“Necesitamos más apóstoles de nuestros invernaderos solares”

Apóstoles, prescriptores o sencillamente personas que sepan explicar qué es un invernadero y por qué es tan beneficioso para la sociedad y el medio ambiente. Este viernes por la mañana quedaba en El Ejido, en la estación experimental de Las Palmerillas, con Francisco Góngora Cañizares, presidente de Hortiespaña, para hablar de esto, de cómo dar a conocer nuestro modelo de agricultura y también de vida. Saber promocionarlo es una prioridad para el futuro.

Más de dos horas de entrevista, sentados en un banco al aire libre, dan para mucho, así que intentaré sintetizarlo en un texto ágil y directo para que lo leáis hasta el final, ya que los temas de conversación son de sumo interés. Antes de adentrarme en materia quiero precisar que Francisco Góngora no cobra nada por su cargo como presidente de la Interprofesional. Detalle que surgió a lo largo de la charla y que creo que es importante subrayar.

¿Queremos un lobby en Europa?

Fue una de las preguntas más interesantes que surgieron. “¿Queremos un lobby en Europa? Pues, si la respuesta es que sí las empresas tienen que estar dispuestas a poner dinero para hacerlo”, reflexionaba en voz alta Paco Góngora.

Llevamos años, sino décadas, hablando y escribiendo sobre la importancia de que nuestro sector hortofrutícola tenga voz y peso en el seno en el que se toman las decisiones que más tarde afectan a la agricultura, esto es Bruselas. Un lobby, una oficina de representación, información y promoción, no es gratis. Si queremos interlocutores que comuniquen y defiendan los intereses de nuestro campo en el lugar en el que se manda, eso requiere de una labor profesional que hay que pagar.

Desde hace años se habla de que si por cada euro facturado se destinase un céntimo a dar a conocer nuestro modelo agrícola, a través de un lobby (término que podríamos sustituir por delegación o representación, pero creo que lobby se entiende mejor) en la capital de Europa, lograríamos tener una mejor imagen, más respeto y sobre todo podríamos contrarrestar las campañas de desinformación que, por desgracia, han sido un tónica en las últimas décadas.

0,0001 euro facturado destinado a promoción

Un tema nos conduce a otro. Del lobby a las actuales campañas de promoción. Francisco Góngora me explica que desde Hortiespaña, APROA y Eucofel se ha puesto en marcha a lo largo de este año una campaña de promoción, Cute Solar, para dar a conocer las bondades de las producciones que se hacen dentro de la Unión Europea. Dicha campaña está sufragada en un 80% por fondos europeos, y el restante 20% lo aportan APROA y Hortiespaña. Un programa que se prolongará durante 2021 y 2022.

¿Cómo se financia esa parte de las empresas comercializadoras? “Con una diez milésima de euro facturado, es decir 0,0001 €/kg. Una cantidad mínima que ninguna empresa echa en falta y con la que se puede hacer mucho para defender nuestro modelo de agricultura bajo abrigo”, me explica Góngora.

Por ejemplo, una empresa que facturase 100 millones de euros aportaría al año 10.000 euros. Pero es solo el inicio. La promoción del modelo de invernadero no puede ser una gota en mitad del océano, tiene que ser continuada en el tiempo para que tenga efecto en la sociedad y que sean los consumidores nuestros aliados. Que demanden y quieran nuestras frutas y hortalizas por los beneficios que reportan.

Aún no se baraja lo que voy a expresar a continuación, pero si desde la Interprofesional hubiese una extensión de norma para recaudar con el único objetivo de promocionar el invernadero, estarían obligadas a participar en la hucha común todas las comercializadoras, incluso las que no perteneciesen a la Interprofesional. Pero es un tema sobre el que no hay consenso, así que no se plantea de momento.

En cualquier caso, como periodista tengo una pregunta muy clara que lanzar al conjunto del sector: ¿Nos tomamos esto en serio o no? ¿Queremos que se hable con conocimiento de nuestros invernaderos o preferimos continuar durante décadas sin hacer nada asistiendo de forma pasiva cada poco tiempo a campañas de desprestigio? Mi opinión es que un sector profesional tiene que hacerse respetar y para ello hay que invertir en campañas de imagen y promoción. De lo contrario estaremos siempre viéndolas venir.

Limpieza del campo

Volvamos a la entrevista. Góngora me comenta a continuación los dos puntos que como presidente de Hortiespaña se ha planteado que son imprescindibles. “Uno de ellos, ya comentado es la necesidad de que haya una cuota de recaudación mínima – que las empresas ni notarían – para defender al sector dándolo a conocer; y el otro punto es el de la limpieza del campo, también urgente”, añade.

Efectivamente conversamos sobre la necesidad de que el campo esté limpio, volver a hacer un ‘barrido cero’ – como se hizo en los tiempos de Juan Deus -. En aquella época costó en torno a los 6 millones de euros, quizá ahora costaría algunos millones más, pero sería más que necesario ya que de nada sirve una campaña de promoción e imagen si el campo no está limpio. Es difícil no estar de acuerdo con estos argumentos.

Pero aquí, en esta cuestión, hay que poner de acuerdo a muchos actores, lo que explica su complejidad y lentitud. Son distintas administraciones, ya sean locales, provinciales o regionales y ponerlas a todas de acuerdo lleva su tiempo. No es lo mismo la limpieza de una rambla que la de un descampado de un municipio. Ojalá pronto podamos activar ese tan necesario ‘barrido cero’ o limpieza completa del campo. Y a partir de ahí mantenerlo limpio. Urge.

Las bondades de los productores del sur de Europa

Como veis la charla con Paco Góngora ha girado en torno a cuestiones vertebradoras del futuro de nuestro modelo. A partir de ahí también recordamos algunas de estas ideas que nutren el programa del Cute Solar, bien conocidas por los lectores que pertenecéis al sector, pero que someramente recordaré por si también hay lectores que vienen de otros sectores.

“Nuestra climatología es excepcional para la producción de frutas y hortalizas con 3.000 horas de sol al año o condiciones de viento idóneas para los cultivos, por ejemplo. Está también el efecto de Amazonia – producimos oxígeno absorbiendo CO2 -, el efecto Albedo, avalado científicamente – mientras que en otros lugares suben las temperaturas medias, bajan en nuestras zonas con invernaderos -; un uso racional y optimizado del agua, un 40% menos de consumo que en una agricultura tradicional, y en cambio una mayor productividad; o la lucha biológica, una gran bandera identitaria”, enumera el presidente de Hortiespaña.

Entramos ya en los últimos minutos, quizá los más emotivos de la entrevista: “Hay que concienciar a todos nuestros productores y comercializadoras sobre todos esos puntos. Son los valores, el santo y seña de nuestra agricultura, que todos deberíamos llevar aprendido para hacer un apostolado permanente de nuestra agricultura”.

“Desde el agricultor a la comercializadora, todos pueden ser prescriptores de nuestro modelo, embajadores, y es algo que tenemos que inculcar a las próximas generaciones para que hagan de apóstoles”, añadía Paco Góngora, “arraigar todos esos conceptos que definen las bondades de nuestros invernaderos que son solares porque usan la energía del sol para el cultivo de nuestras frutas y hortalizas. Es un rasgo diferenciador frente a los invernaderos de otros lugares”.

Sobre Paco Góngora Cañizares

Almeriense que entró a trabajar en Cajamar a finales de 1969, jubilándose de la Caja el pasado año 2012. En esos años Góngora pasó por diferentes puestos de la entidad. Desde administrativo a subjefe de riesgos, subjefe de sucursales, director de zona del Poniente, director territorial para Almería, director comercial asumiendo la subdirección general de negocio hasta consejero delegado para el sector agroalimentario.