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Sandía tras el trasplante y hasta el corte bajo el programa ‘Growing for the future’ de Certis Belchim
La semana que viene se cortarán las primeras sandías en Almería. La cooperativa Coprohníjar abrirá el telón de la primavera en un año en el que la ventana de siembra en el campo de Níjar ha sido más amplía que nunca, desde noviembre hasta abril. Un socio y miembro de la rectora de Coprohníjar, Manuel Fenoy, nos abría ayer martes las puertas de su finca para mostrarnos el programa de Certis Belchim que llevará de principio a fin de cultivo con el objetivo de mejorar los rendimientos y la calidad de la fruta.
‘Growing for the future’
Nos ubicamos en el paraje nijareño de Almaraz. Nos acompañan Ana Sicre, responsable del programa ‘Growing for the future’ que se está implementando en esta finca; Víctor López, crop manager de hortícolas de Certis Belchim; y Leopoldo González, técnico comercial en Almería, Granada, Málaga y Canarias.
En esta explotación anteriormente Manuel Fenoy tuvo tomate pera, y rotó a sandía blanca, Red Jasper con Premium, con fecha de trasplante 23-24 de febrero. El invernadero lo tiene dividido en dos parcelas, una con el programa ‘Growing for the future’ que describiremos a lo largo de esta crónica y otra que le sirve de testigo con un manejo convencional.
“Los indicadores de ‘Growing for the future’ que vamos a evaluar son la eficacia, la reducción de las materias activas y de los LMR (residuos en frutos), el menor impacto ambiental y el incremento de los rendimientos”, enumera Ana Sicre, que hará el seguimiento a lo largo de todo el ciclo, cuantificando a finales de mayo – cuando se corten las sandías – el previsible incremento productivo.
‘Growing for the future’ combina productos de síntesis química con productos biológicos, de origen natural, denominados por Certis Belchim como bioracionales. “Son todos productos bajo registro del Ministerio”, subraya Leopoldo González.
Tratamientos de raíz
Para seguir una cronología iniciamos la descripción de este plan de ‘Growing for the future’ en esta finca de sandía hablando de los tratamientos vía riego, en este caso para resolver las posibles incidencias de raíz al inicio del cultivo.
Se trata de responder a los problemas de hongos de suelo. Para ello una vez transcurrida una semana tras el trasplante Manuel Fenoy hacía un primer pase de HYT-A mezclado con Pushy y a los quince días uno segundo de Valcure con Pushy.
HYT-A es un nuevo consorcio bacteriano que contribuye a la asimilación del nitrógeno atmosférico, a solubilizar fósforo y potasio, entre otras propiedades; Pushy es un bioestimulante; y Valcure un producto bioracional.
Control de pulgón en sandía
Manuel Fenoy lo deja claro: “En sandía el mayor problema al que nos enfrentamos es el pulgón”.
La estrategia preventiva la ha iniciado este agricultor con Teppeki, vía foliar, a la semana del trasplante. Los químicos, tanto este insecticida como Mospilan Max, control pulgón y también mosca blanca, hay que emplearlos al principio.
Tras los productos de síntesis química, es el turno de los bioracionales. Antes de meter la colmena, que será a finales del presente mes de abril, Manuel hará un tratamiento foliar mezclando dos bioracionales, como son Neudosan (control de pulgón, mosca blanca y araña roja) con Breaker Max (mosca blanca).
“En dicho tratamiento también podremos emplear Botanigard, un hongo entopatógeno a base de beauveria bassiana, que mezcla muy bien con otros productos y que controla una gran amplitud de insectos plaga”, señala Víctor López.
Neudosan es una sal potásica de ácidos grasos saturados y Breaker Max es una piretrina natural. Ambos en el catálogo de bioracionales.
“Todo esto hay que hacerlo previo a meter la colmena porque cuando empiece el cuaje, ya no se toca el cultivo”, contextualiza el propio agricultor, “la colmena tendrá que estar dos semanas para asegurar el cuaje”.
Más floración
Dos días antes de que Manuel introduzca las colmenas pensará en aumentar la floración, mayor número de flores hembra. Para ello empleará un bioestimulante como Biosmart, metabolitos de fermentación de levaduras, mezclado con algas marinas, C-Bio Grow, un nuevo producto de Certis Belchim.
Control de araña
Nos adelantamos en el tiempo. Una vez se saquen las colmenas del invernadero, al día siguiente para control de araña roja se hará un tratamiento foliar de Shirudo, acaricida de síntesis química, mezclado con Turex o con Delfin, ambos son insecticidas naturales a base de Bacillus de distintas cepas para control de orugas.
Y en el supuesto de que al final de cultivo pudiese haber araña, se podrá tratar con un bioracional – certificado en ecológico y que no deja residuos – como es Majestik, un acaricida basado en la Maltodextrina (polímero de glucosa proveniente de la hidrólisis del almidón).
Oídio
Una semana después de tratar con Shirudo, con el foco puesto en la ceniza u oídio la solución que propone Certis Belchim es hacer un último tratamiento con un fungicida como Takumi mezclado con un bioracional como Armicarb, formulado a base de carbonato de hidrógeno de potasio.
Más grados brix
Pero como Manuel no solo quiere aumentar los rendimientos, sino también la calidad de las sandías, en el último epígrafe hablamos de la mejora del azúcar de los frutos.
Para ello, una semana antes del corte, este agricultor nijareño empleará Proactive K, un nuevo nutricional de Certis Belchim. “Es una solución potásica ácida”, explica Leopoldo González, “aumenta la concentración de potasio en fruto, y por lo tanto eleva los grados brix”.
“También para mejorar el engorde y la maduración por el potasio”, añade el propietario de la finca, Manuel Fenoy.
En definitiva, un programa completo bajo el paraguas de ‘Growing for the future’ para aumentar los kilos, hacerlo sin residuos, empleando menos materias activas según las exigencias de los mercados y ofreciendo al consumidor final frutos de mayor calidad.