Tabla de Contenidos
Tras un cuarto de siglo inspirando el residuo cero, la compañía que creó este concepto, Seipasa, camina ya sembrando tecnología natural para los próximos 25 años. A lo largo de este 2024 Seipasa pondrá en marcha la primera planta de bioherbicidas de España, ha ampliado sus invernaderos de ensayos y laboratorios, sus oficinas y ha creado un espacio innovador para transferir a través del conocimiento su ‘tecnología natural’.
Los orígenes de Seipasa
Conversamos con el CEO de Seipasa, Pedro Peleato, para recordar el origen de la compañía, que cumplía 25 años el pasado año, pero que ya tiene el foco puesto en lo que está por venir. Pedro nos habla del punto de inflexión que fue un viaje a Cuba a finales del siglo pasado, en el marco de un encuentro de transferencia tecnológica en la isla.
“En Cuba solo estaban permitidos los biológicos, y conseguían cultivar. A la vuelta a España empezamos a estudiar los extractos botánicos y los microbiológicos”, recuerda Pedro, nombrando con cariño a personas que marcaron aquellos años como Juanjo, Ricardo o José Morales, éste último también socio fundador de Seipasa.
Aquel viaje de hace décadas supuso “un cambio de chip” en la búsqueda de nuevas soluciones de bioprotección, de bioestimulación y de bionutrición. Hoy día Seipasa cuenta con una fábrica de última generación en la Alcudia (Valencia), resultado de las sucesivas ampliaciones que ha ido sumando con los años, la última el pasado ejercicio.
Esa capacidad de visión y de inversión para ganar el futuro justifica que Seipasa en estos años haya sido la primera empresa del sector agro en recibir el Premio de Innovación por parte del Ministerio de Ciencia.
Planta pionera de bioherbicidas en España
La nueva planta de producción de bioherbicidas ya está construida, actualmente se está equipando. Son unos 3.000 m2 de instalaciones para fabricar bioherbicidas y completar así el catálogo de productos de biocontrol (biopesticidas, biofungicidas). Es un producto que se plantea como alternativa real de mercado a los herbicidas sintéticos que, además, son candidatos a desaparecer. “En todo el desarrollo del producto hemos trabajado de forma conjunta en un proyecto con la Universidad Politécnica de Valencia. El registro en Europa se espera en un futuro muy próximo”, expresa el CEO de la compañía.
“Investigamos para ofrecer alternativas al glisofato”, comenta Pedro Peleato, “con un nuevo modo de acción una sistemia natural gracias a la sustancia activa de Seipasa”.
El proyecto en su conjunto de este gran centro de producción de bioherbicidas supondrá una inversión total que supera los diez millones de euros.
Nueva sede, laboratorios e invernaderos
Junto a la nueva planta de producción se ha construido la nueva sede central de Seipasa: un edificio de oficinas de 1.500 m2 para los trabajadores, próximo al concepto bioclimático; a su vez con nuevos espacios para recibir a clientes y distribuidores. Aula de formación, presentaciones, transferencia de conocimiento…
De forma paralela Seipasa ha inaugurado nuevos laboratorios del departamento de I+D con más personal y, sobre todo, tecnología para abordar nuevos proyectos. Por ejemplo, dos fitotrones que son cámaras de cultivo que permiten recrear las condiciones de cualquier parte del mundo en términos de temperatura, humedad, luz o radiación.
“También hemos ampliado los invernaderos de ensayos”, añade Peleato, en referencia al centro experimental, otro de los pilares de I+D de Seipasa.
Nuevos bioestimulantes
Resultado de todo el esfuerzo innovador y de investigación Seipasa trabaja con nuevos bioestimulantes, como SeiZen, que es un producto que ya está en el mercado desde hace unos meses. Es un bioestimulante diseñado para recuperar los daños provocados por situaciones de estrés abiótico y condiciones extremas. Actúa como inhibidor de la síntesis de etileno y reduce el daño oxidativo, es un antioxidante natural. Funciona para todo tipo de hortícolas, por lo que ha tenido muy buena entrada en Almería y Murcia.
Marco regulatorio europeo
Acabamos con un asunto de plena actualidad como es el marco regulatorio de la Unión Europea, en comparativa con otras zonas del mundo; por ejemplo, en EEUU apenas se requieren dos años desde que se presenta el dossier del producto hasta que se aprueba su registro. Sin embargo, la burocracia europea alarga este período a casi diez años.
Europa se está quedando atrás en la regulación de productos de biocontrol por dicha complejidad normativa. La reglamentación europea necesita un cambio con el objetivo de promover la innovación y lo producción sostenible de alimentos. Pedro Peleato nos comenta que Seipasa, junto a otras 14 empresas del sector y AEFA, están trabajando para simplificar y flexibilizar el registro de nuevos productos dentro de la UE.
Es una realidad que los agricultores europeos se están quedando sin herramientas porque las sustancias de síntesis química están desapareciendo muy rápido y las alternativas de biocontrol están tardando demasiado en llegar al mercado. ¿Por qué? No es por falta de innovación de la industria, sino por una excesiva rigidez en la reglamentación europea. Europa se está quedando atrás. Por eso es necesario reformular la reglamentación europea. Los productos de biocontrol no van a lograr llenar ese vacío porque el retorno de la inversión en Europa es un 30% menor que en otros mercados.
Así, desde 2017 han desaparecido más de 100 sustancias activas de síntesis química, pero el mercado solo ha dado la bienvenida a una media de 6-7 productos de biocontrol al año. En resumen, la iniciativa de reforma del reglamento 1107/2009 que lidera Pedro Peleato tiene como objetivo lograr la puesta en el mercado de productos fitosanitarios de bajo riesgo de forma más ágil y crear un marco regulatorio propio para los biopesticidas. Con ello, se pretende acelerar el proceso de transición a medios de defensa fitosanitarios sostenibles y de bajo impacto ambiental.
Noticias relacionadas
Ana Rubio