Cada vez las vemos en más invernaderos. Son las trampas que comercializa la empresa almeriense Entonova que en el último año ha comprobado cómo la estrategia del trampeo se ha multiplicado como método de control en Almería frente a la mosca mediterránea de la fruta, la ceratitis capitata.
El gerente de la empresa, asentada en el Polígono de La Redonda de El Ejido, explica que Entonova es el distribuidor en exclusiva para Almería, Granada y Málaga del fabricante SEDQ. Paco Cara subraya que este fabricante, ubicado en Cataluña, fue el primero que inició la estrategia del trampeo y a día de hoy vende estos dispositivos en todo el mundo.
Ceratipack es el nombre comercial de esta trampa, que en su interior emplea un insecticida. Tapa y sobre que pueden prolongar su eficacia durante seis meses en la finca.
“Estas trampas hay que colocarlas en los lugares con más luz del invernadero, como los pasillos, para que sea más fácil controlar si hay alguna entrada o no. La dosis de monitoreo es de 20 unidades por hectárea”, señala Paco Cara.
En el supuesto de que se detectase la presencia de ceratitis capitata hay que reforzar con más dispositivos, en torno a 100-120 mosqueros más. Cara describe así la importancia de aumentar su número para evitar graves daños sobre la cosecha: “Una sola hembra de mosca de la fruta en dos generaciones, es decir en mes y medio, puede provocar que se tiren por metro cuadrado 3 kilos de pimientos. Así que el problema hay que atajarlo desde el principio”.
Ceratipack no es feromona ni atrayente sexual. Controla solo en el interior del invernadero. “La trampa atrapa la primera fase de la plaga y le corta el ciclo”, finaliza el gerente de Entonova.
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Ana Rubio