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En la provincia de Almería, según datos de Faeca, se contabilizan 65 cooperativas agrícolas con una facturación media de 30,7 millones de euros, la cifra más alta de toda España. Así lo explicaba Ana Cabrera, analista de Plataforma Tierra, en las jornadas sobre Sostenibilidad Empresarial celebradas por la cooperativa CASI en el Palacio de Congresos de El Toyo.
Ranking cooperativo nacional
‘El cooperativismo como modelo de distribución de la riqueza’ era el título de la charla de Cabrera que aportaba datos de interés sobre el ranking cooperativo nacional, encabezado por Central Lechera Asturiana, seguido de Covap, Cobadu, Agropal, Kaiku y Acor. Encontramos a Vicasol en el séptimo puesto, a continuación Alimer, Copiso y en décima posición CASI con 1.055 empleados, 1.129 socios y 212 millones de euros en facturación.
Concentración de la oferta
Ana Cabrera defendió la necesidad de crecer en origen en la oferta. “Estar unidos y con mayor dimensión mejora el poder de negociación frente al resto de operadores”, dijo.
Para avalar la tesis de la concentración de la oferta, la analista de Plataforma Tierra puso los ejemplos de los suministros agrícolas donde las compañías de agroquímicos se han unido, cuatro de ellas concentran la mayor cuota del mercado; y a su vez de forma similar ha ocurrido en la distribución, tanto en las cadenas de supermercados en España como en el resto de Europa.
“Más cooperativismo es necesario para acceder a un mercado global”, subrayó.
Además, apuntó, que el 20% de las cooperativas en España facturan el 80% del total del modelo cooperativo, marcando así una tendencia natural hacia dicha concentración de la oferta.
Retos de mercado y reinvención del modelo
Ana Cabrera analizó diversas cuestiones en cuanto a los retos de mercado, desde nuevas categorías (IV, V y VI gama), los productos funcionales, la economía circular o la automatización de procesos, ya que la mano de obra supone el 40% de los costes de producción y la robotización es casi un fenómeno imparable.
También la digitalización, “como acceso directo al consumidor”, y el poder del dato que obligará a formar en nuevos perfiles profesionales. “El cooperativismo es importante para abordar dicha innovación y todos esos retos que son de tal envergadura que el agricultor por sí solo no puede abordarlos. El cooperativismo es la fórmula”, añadió.
Una última reflexión final en torno al ciclo de vida de una cooperativa: justificación, diseño de la organización, crecimiento, reconocimiento e inspección y elección. Esto último, la elección, se refiere a que siempre hay una fase en la que las cooperativas deben elegir “reinventarse” para continuar en su actividad.
Ana Rubio