
Qué sencillo es para el consumidor coger del lineal del supermercado una tarrina de tomate cherry sin saber la historia que hay detrás. Estos días atrás subía a uno de esos cerros que jalonan la costa de Granada para visitar a un productor de estos cherrys, en un pequeño invernadero de difícil acceso, a través de un estrechísimo camino lleno de pendientes y barrancos a diestro y siniestro.
Los agricultores de esta zona de la costa granadina son auténticos héroes que se juegan la vida a diario cada vez que suben a su finca. Si vértigo da hacerlo con buen tiempo y sin ningún vehículo de frente, no quiero imaginar con lluvia y con coches en dirección contraria subiendo y bajando.
Baratos son esas tarrinas de tomate cherry que vemos en el supermercado. El mayor de los respecto a esos hombres y mujeres valientes y con coraje que hacen cotidiano un trabajo que pocos serían capaz de llevar a cabo.