Las plantas injertadas se han integrado en la producción comercial de hortalizas para muchos cultivos de invernadero como tomate, pepino, berenjena o sandía. Es por ello que es muy importante determinar bien las condiciones en las que se llevan a cabo los procesos de curación y de aclimatación de las plántulas injertadas.
La formación exitosa de la unión del injerto se ve afectada por la compatibilidad genética de las plantas injertadas y por las condiciones ambientales. En general, la humedad alta y las temperaturas elevadas son beneficiosas, pero deben adaptarse a las especies y cultivares de plantas y portainjertos.
Una vez que se ha realizado el injerto, comienza el período de curación. La curación es el punto más crítico del proceso y las condiciones climáticas deben optimizarse cuidadosamente. Se recomienda una humedad relativa alta (HR 95 % o superior), la humedad puede ser más baja hacia el final del período de curación. Las plántulas injertadas necesitan calor; por lo tanto, la temperatura del aire dentro de la cámara puede subir hasta 28-29 °C, que es un poco más caliente que la temperatura previa al injerto (25 °C). La alta temperatura mejora la división celular y el desarrollo de callos entre el vástago y el patrón.
Durante las primeras 24-48 horas se recomienda oscuridad total, después de lo cual se recomienda luz artificial. La intensidad para la etapa de injertado será de 45 a 85 μmol/s/m y de 150 μmol/s/m para la fase de aclimatación. La intensidad de la luz es relativamente baja, pero es solo para mantener el metabolismo de la planta durante el proceso de curación, no para alta acumulación de biomasa. Estas condiciones de curación se suelen aplicar durante 4 a 6 días para el tomate y 7 días para las cucurbitáceas. La curación se realiza ya sea en un invernadero o en una cámara de crecimiento con condiciones optimizadas.
Después de 1 a 2 semanas, según la especie de la planta y las condiciones ambientales, se establece el sistema vascular entre el patrón y el vástago y las plantas injertadas se pueden trasladar a los invernaderos.
Cucurbitáceas
Se ha visto que las plántulas injertadas mantenidas en la oscuridad tienen un desarrollo inferior de brotes y raíces, un contenido reducido de clorofila y una eficiencia fotosintética atenuada. Por lo tanto, la luz artificial revierte este efecto y resulta muy efectiva en el prendimiento de los injertos de cucurbitáceas.
Por ejemplo, en sandías se ha visto que poner luz roja con la adición de un pequeño porcentaje de luz azul mejora la producción de plántulas de sandía injertadas de alta calidad. La luz roja promueve la longitud de las plántulas, el peso fresco y seco de los brotes y las raíces, y la relación raíz-brote, mientras que la luz azul mejora las características morfológicas y de crecimiento. Si tenemos en cuenta todo el proceso del injertado, concluimos que la luz azul es importante durante los primeros 3 días de cicatrización, mientras que la presencia de luz roja es necesaria después de la reconexión vascular.
Tomate
En el caso del tomate, la mezcla de luz roja y azul promueve los procesos de proliferación y división celular más rápidos, un aumento significativo en el área foliar total, el peso seco, la proporción total de clorofila/carotenoide, proteína soluble y contenido de azúcar y un mejor rendimiento fotosintético. Además, en el tomate, se ha visto que la luz verde también contribuye a la supervivencia de las plántulas injertadas, impulsando la formación de uniones de injertos, la regeneración de raíces y la fotosíntesis, aumentando la actividad de las enzimas antioxidantes, lo que mejora la lignificación de los tejidos.
Aspectos críticos en la selección de una luminaria para injertos
Además del espectro, la resistencia a un ambiente de elevada humedad es imprescindible para la durabilidad de las lámparas. Es por ello muy importante seleccionar luminarias que tengan una elevada resistencia a la humedad. Ello se mide mediante el código IP.
Buresinnova presenta como novedad la lámpara HORTI-BLADE, que es muy compacta, de sólo 8 mm de grosor, para aprovechar mejor el espacio en cultivos multicapa, injertos y enraizamiento. Se presenta en múltiples longitudes para adaptarse a todos los espacios. Con la protección de humedad más alta entre las lámparas de cultivo: IP68, permite ambientes de humedad extrema. Está disponible en 4 espectros diferentes para optimizar las diferentes producciones según las necesidades del cliente y también disponible en 4 canales, para que el cliente pueda cambiar y adecuar el espectro a las necesidades de cada fase del cultivo. Además, se puede regular la intensidad, lo que permite utilizarla para diferentes tipos de injertos.
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José Antonio Arcos