Tabla de Contenidos
El 30% de la superficie agrícola que se cultiva en el mundo tiene al vertedero como principal cliente. Los datos de desperdicio alimentario son alarmantes, más si cabe por el consiguiente desperdicio de agua, nutrientes, recursos y trabajo que conlleva a su vez tirar alimentos a la basura. Ayer se celebraba en el Auditorio de la Universidad de Almería el I Foro de Innovación, organizado por La Unión, en el que buena parte del protagonismo se lo llevó la futura ley española contra el desperdicio alimentario y un ambicioso proyecto para contrarrestarlo presentado por representantes de esta empresa almeriense.
I’mperfect, frutas y hortalizas para el canal horeca
El nombre del proyecto de La Unión, que ya es una realidad desde esta campaña, se llama I’mperfect. El CEO de la compañía, Jesús Barranco, explicaba que es el canal horeca el destinatario de esas hortalizas que por su estética no se podrían comercializar e irían al contenedor, pero que gracias a este proyecto se les logra dar salida.
Se trata de frutas y hortalizas para hoteles, restaurantes y cafeterías que por su forma (por ejemplo, un pepino torcido) o por tamaño (hortalizas fuera de calibre comercial) el mercado las rechaza; pero que tienen en perfectas condiciones sus propiedades nutricionales y organolépticas.
De este modo con I’mperfect La Unión quiere contribuir a una demanda cada vez más creciente de la propia sociedad, tal y como apuntó posteriormente José Miguel Herrero, director general de la Industria Alimentaria (MAPA), que pasó a explicar una ley, ya aprobada en Consejo de Ministros, y que actualmente se encuentra en la fase de enmiendas del Parlamento.
Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario
La ley contra el desperdicio alimentario será una realidad de obligado cumplimiento entre finales de año y comienzos de 2023 y afectará a todos los eslabones de la cadena, con un régimen sancionador que irá desde los 2.000 euros hasta los 60.000 € de multa.
Las empresas tendrán que tener planes específicos frente al desperdicio alimentario. “Detrás del desperdicio hay energía, agua, fertilizantes y trabajo”, reflexionaba José Miguel Herrero. “Y la gama de productos I’mperfect de La Unión, es un ejemplo de iniciativa que entronca con el espíritu de la ley”, añadía.
Dicha ley contempla cinco soluciones o alternativas para evitar que los alimentos sean tirados. Son la donación, por ejemplo a ONG’s; la industria, un circuito de transformación para convertir las frutas en zumos y mermeladas o las verduras en purés, entre otros supuestos; en tercer lugar, la alimentación animal; la valorización en subproductos, como compost para fertilización; y por último el reciclado o valoración energética de dichos alimentos.
MESAS REDONDAS
Nuevas tendencias en el consumo
Pero este I Foro de Innovación, organizado por La Unión, con el patrocinio de la Diputación de Almería y la colaboración de la Cámara de Comercio y la Universidad (UAL), daba ayer mucho más de sí. Las mesas redondas fueron especialmente interesantes para testar las tendencias de los mercados.
Javier Carmona, director de marketing de La Unión, destacaba el reto de la compañía de reducir al mínimo el desperdicio alimentario, a través del proyecto I’mperfect, y reflexionaba sobre el consumo actual de frutas y hortalizas. “Se ha producido una caída en valor del 5% y en volumen del 10%, aunque por el contrario el consumo fuera del hogar ha subido el 20%”, expresaba. Precisamente el canal horeca, donde se ubica I’mperfect, atiende a ese consumo propio del mundo de la restauración.
Carmona a su vez puso como ejemplo de la innovación por la que apuesta La Unión la marca Long Life, de frutas y hortalizas congeladas, gracias a la cual la pasada semana se pudo enviar una partida de frutas y hortalizas a los investigadores españoles que trabajan en la base Gabriel de Castilla, en la Antártida.
Por su parte, Diego Nouet, director general de Glovo, describía la eclosión que ha tenido el modelo de negocio disruptivo lanzado por esta empresa que se ha internacionalizado llegando a distintos continentes, abriendo la ventana a nuevas formas de consumo. Nouet explicaba que con esta aplicación no solo se podrá pedir comida, sino que se podrán hacer reservas en hoteles, restaurantes u operaciones de banca, entre otras utilidades.
Ciñéndose al ámbito de la agricultura, el director de Glovo dijo a futuro que el consumidor/usuario “podrá pedir tomates y saber de dónde vienen, quién es el agricultor y cómo los ha producido”. Y además a una velocidad de vértigo, pasando del e-commerce al q-commerce: “Comprar con el móvil y que la entrega no se haga en días, como en el pasado, sino en minutos”.
En esta mesa redonda Nuria Martínez, directora de 5 al día, aportó datos relevantes sobre los hábitos de consumo: “El consumo recomendado al día de frutas y hortalizas es superior a los 400 gramos, pero los adultos en nuestro país no llegan a los 300 gramos y los niños ni tan siquiera a los 200 gr”.
La directora de esta asociación, sin ánimo de lucro, dedicada al fomento del consumo hortofrutícola, advirtió sobre los problemas que un bajo consumo puede revertir en la obesidad, calidad y esperanza de vida, además de un gasto extra sobre los sistemas de sanidad.
Globalización, conectividad y robótica
En la segunda mesa redonda Antonio Abad, Chief Technical Officer de Hispasat, dio a conocer el papel de esta compañía española para mejorar la conectividad en el medio rural a través de una flota de satélites, que dan servicio a medio mundo.
Abad puso ejemplos de ecosistemas agrícolas promovidos por Hispasat para conectar sensores de todo tipo en cualquier explotación agrícola que lo requiera, tanto en España como en otros países. De hecho en Brasil impulsan la ganadería inteligente habilitando tractores autónomos (sin conductores humanos).
Nani Fernández, directora de relaciones institucionales de Orange, explicó con detalle las ventajas de la tecnología 5G en su capacidad para interconectar una heterogeneidad de objetos; y por su parte Ramón González, CEO de la startup almeriense Robonity, defendió que en el campo de la agricultura la tecnología tiene que tener como objetivo multiplicar la productividad por metro cuadrado.
Para entender lo anterior, Ramón González explicó el escenario de aumento poblacional previsto para el horizonte de 2050, con escasez de tierras de cultivo y con la necesidad de elevar un 70% la capacidad de producir alimentos para poder satisfacer a la población prevista. Así que la mejora de la productividad es el camino a seguir.
Como plataforma, Robonity ofrece Mobibuk, que integra todos los datos de la explotación agrícola (kilos, tareas según trabajadores, tratamientos, etc) para facilitar la toma de decisiones por parte del agricultor.
A propósito de la computación cuántica
Este I Foro de Innovación de La Unión también contó, como presencia destacada durante la primera ponencia, con Mikel Díez, director de Innovación de IBM España, Portugal, Grecia e Israel, que habló de seguridad y ciberataques en las nubes de las empresas, de inteligencia artificial, de ciencia y de cómo los ordenadores cuánticos están llegando no para sustituir a los clásicos, pero sí para complementarlos.
IBM Quantum trabaja con 24 ordenadores cuánticos, capaces de implementar simulaciones de sistemas químicos, desarrollan la inteligencia artificial y la optimización. Es la llamada revolución cuántica. Estaremos atentos a ella.
Noticias relacionadas
Ana Rubio