Dejamos atrás los centros de confección de Moyca en Totana y nos desplazamos hasta el pueblo vecino para recorrer varias fincas en Alhama de Murcia. Nos atiende muy amablemente el encargado, Toni Martínez, oriundo de la zona y con una larga tradición familiar ligada a la uva de mesa.
En algunas parcelas hay trabajadores deshojando hojas para facilitar la entrada de la luz y la maduración. Encontramos sobre todo uva roja de la variedad Ralli. “Hace un grano muy parejo con un color muy uniforme”, nos explica Toni, que a continuación nos da de probar algunos frutos.
Ya sea por el entorno, la buena compañía o por la propia variedad y el buen manejo las uvas que probamos nos saben a gloria. Crujientes con un chasquido jugoso en la boca y un dulzor que va creciendo hasta llenar todo el bocado de frescura. Y luego una y otra, y la siguiente. Porque la uva es lo que tiene, todo es empezar y no parar.
Los parrales de las imágenes descargan en un mes, desde últimos de junio cuando se cogieron las primeras hasta final de julio. En ese período se va toda la producción. Luego la recolección se va escalando en otras fincas de Moyca repartidas por la región de Murcia, de más temprano hasta más tardío, hasta finalizar bien entrado el otoño.
A nivel agronómico conocemos algunos detalles de especial interés sobre la uva, como el plástico se extiende en el mes de enero sobre la cubierta de los parrales para evitar que se superen los 30º, a su vez la malla antigranizo que se emplea, llegado el mes de marzo lo importante que es que haya una semana con sol y buen tiempo para favorecer la floración o cómo, según avanzan los meses de calor, “se van quitando lonas de plástico y desde mayo las bandas se suben todo el día”, describe el encargado.
Toni Martínez nos dice que los “inviernos tienen que ser suaves y no superar los 30º”.
Mientras que recorremos con él varias fincas contiguas nos va mostrando pequeños detalles como la coloración del tallo granado, cuando pasa de verde a color madera significa que la uva está hecha y se puede recoger.
Además de Toni, hablamos también con Jerónimo García, el encargado de producción de Moyca Grapes, que nos explica que la vida útil de la parra “con producción óptima puede estar entre 20 y 25 años. Un año para dar producción y a partir del segundo/tercer año es cuando inicia su plena producción”.
García nos habla de la problemática del mildiu y del oídio, en períodos de recolección la mosca de la fruta y el trips que puede dañar frutos.
El encargado de producción de la empresa refiere el crecimiento de la superficie, continuado en el tiempo, y pone como ejemplo una zona, como Jumilla, en la que desde 2015 han empezado a proliferar los parrales para uva de mesa.
Moyca Grapes también dispone de varias fincas en ecológico que suman entre 150 y 200 hectáreas.
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José Antonio Arcos