El campo de Níjar marca el camino el futuro del campo almeriense. Área en la que la producción ecológica es una realidad desde hace décadas, y que en los últimos años ha intensificado más si cabe la conversión de agricultura convencional hacia agricultura orgánica. Y la constatación de dicha evolución la hemos comprobado in situ hace unos días en los invernaderos de El Plantel Semilleros en San Isidro.

Este semillero es fiel reflejo de lo que ocurre en su entorno, tanto el aumento de la superficie “bio”, como también espejo de la variación de la pizarra del campo de Níjar, siendo cada vez más amplia en especies debido al retroceso de la superficie de tomate.

El ‘bio’

Vayamos por partes. Primero el cultivo ecológico. Hace cuatro años El Plantel ampliaba sus instalaciones de San Isidro con 24.000 metros cuadrados para completar más de 8 hectáreas de semillero. En aquella fecha el ecológico ocupaba el 25% de estas instalaciones. Cuatro años después Manuel Escudero y José Francisco Torres nos comentan que el porcentaje ha subido al 50%, a día de hoy.

A partir de ahí la pregunta que surge es conocer qué especies son las que más han crecido en ecológico en este semillero y por extensión en el campo de Níjar. En calabacín el 40% son plántulas ecológicas, en tomate la cifra sube hasta el 50%, porcentaje similar al de pimiento; mientras que en pepino asciende bastante más, suponiendo el eco en torno al 80%.

“El ecológico no para de aumentar, en este semillero en el que atendemos a los agricultores del campo de Níjar estamos 50-50 en proporción de ecológico y planta convencional”, asevera el gerente Manuel Escudero.

La reflexión que conlleva es adivinar si es una tendencia netamente del campo de Níjar o es extrapolable en unos años al resto del campo almeriense. Y otra cuestión de interés es pensar si el ecológico ha tocado techo en superficie o cabe esperar que vaya creciendo aún más, quedando en un futuro el convencional relegado a un segundo plano, o incluso a un papel testimonial, por el boom del ‘bio’. A su tiempo, lo sabremos.

Pimiento, pepino y calabacín le comen terreno al tomate

Otro asunto relevante es la situación que está viviendo el tomate almeriense, en claro retroceso en superficie por la competencia directa de Marruecos, lo que ha desconfigurado la pizarra hortícola, sobre todo en Níjar. Si antes el tomate era el cultivo todopoderoso y como secundario aparecía el calabacín, éste último tiene cada vez un papel más protagonista acompañado de actores secundarios que quieren convertirse en breve en principales como son el pimiento y el pepino.

Si hasta hace pocos años el manto verde que cubría las instalaciones de El Plantel estaba ocupado mayoritariamente por tomate, ahora el espacio está más repartido que nunca. Por supuesto que hay tomate, pero menos, y abundan las bandejas de pimiento, pepino y calabacín.

“Baja la rama, el suelto y el beef, se mantiene el pera; y lo que sube en tomate son las especialidades, de todo tipo”, comenta José Francisco Torres, socio del Levante en El Plantel Semilleros, “desde cherry de todo clase, pasando por tomate rosa o tipo chocolate hasta corazones de buey y asurcados muy diversos. Y en las especialidades más de la mitad van para ecológico”.