Es calabacín redondo, una especialidad que cultiva en la Bahía de San Miguel el productor Jorge Aguilera. Las fotos son de ayer cuando participábamos en su finca en una grabación con la empresa catalana ITC sobre los avances en bombas dosificadoras que ha implementado este agricultor ejidense.
Un vídeo que veréis en el futuro en Las Palmerillas, ya que la estación experimental apuesta por las tecnologías del agua como camino ineludible que tiene que seguir el campo almeriense para garantizar su futuro. Y las tecnologías de ITC son un buen ejemplo de ese conocimiento que hay que transferir al sector.
Jorge aprovecha además el agua de lluvia a través de una estructura de pluviales que le sirve para mezclar su agua de pozo con aquella que es vertida por las nubes y es recogida en su invernadero.
El modelo ITC es una alternativa a los conocidos venturis, que cuando actúan generan una pérdida de carga que impide que el agua alcance las cotas más elevadas en fincas con pendiente pronunciada como la de Jorge. Problema que se supera este nuevo sistema.
El uso de las dosificadoras de ITC le ha permitido a este agricultor seguir regando con la bomba de la balsa, alcanzando perfectamente los goteros a mayor cota de la finca sin necesidad de sustituirla o añadir una segunda bomba, pues la inyección a través de dosificadoras no genera pérdidas de carga en la red.
Esta es la segunda campaña en la que Jorge ha sustituido sus máquinas tradicionales por un equipo de 5 bombas dosificadoras de control avanzado gestionadas por un controlador de riego ITC Water Controller 3000. “Un equipo que dosifica con precisión quirúrgica”, explicaba Aguilera, alcanzando las consignas de PH y EC rápidamente y manteniéndolas durante todo el ciclo de riego a través del cálculo de una red de algoritmos.
“El aporte de fertilizantes a través del agua de riego se realiza de manera precisa mediante bombas dosificadoras”, subrayaba Xavier Martínez, el representante de ITC presente durante el rodaje de ayer.
La bomba dosificadora permite un control de los volúmenes y los caudales aportados al riego sin importar la densidad o viscosidad de los fertilizantes, la presión o velocidad del agua en el punto de inyección o la altura del producto en el tanque de origen.
Se han instalado 5 bombas dosificadoras (1,2 y 3 para fertilizantes, 4 para ácido fosfórico y 5 para ácido nítrico) que son gestionadas a partir de las consignas de Jorge.
Los fertilizantes se dosifican a través de dosificadoras ITC Dostec-AC, de control avanzado, en caudal variable en función de EC y proporción entre ellos, o bien de manera proporcional al caudal de riego instantáneo medido por un caudalímetro de alta frecuencia. El tipo de control y consigna puede establecerse para cada riego y sector individual. Estas dosificadoras pueden dosificar con precisión desde el 1% hasta el 100% de su capacidad (QN 155 l/h).
Los ácidos se dosifican puros directamente de la garrafa, sin disolver, a través de bombas dosificadoras ITC Dositec-MA, de QN 6 l/h.
Sistema controlado a través de una App
Jorge Aguilera ha instalado un controlador ITC Water Controller 3000-6-24, que permite el control del riego y la fertirrigación a través de una o varias dosificadoras mediante consigna de EC, pH y dosificación proporcional. Cada dosificadora es controlada a través de señal analógica independiente.
Todo el sistema se controla a distancia a través de una App o cualquier navegador de Internet. De hecho Jorge me explica, mientras me muestra la ubicación del controlador, que no lo toca nunca, que todo lo hace a través de la pantalla del móvil, donde hace el seguimiento de los equipos y puede gestionarlos con sencillez.
“Conductividad, pH, presión y caudal”, describe Jorge en los iconos del escritorio de su móvil, mientras me explica su fácil manejo, incluso el agricultor puede obtener informes sencillos e individualizados para cada sector de consumo de agua y fertilizantes, parámetros que en ambos casos se han reducido, al igual que el consumo eléctrico.
Quedamos pendientes de publicar más adelante el resultado de la grabación, el vídeo final.
Ana Rubio