La historia de Pedro Álava es de las que deben ser conocidas ya que en su día predicó una agricultura que nadie abrazaba y que dos décadas después se ha convertido en una tendencia imparable, no en la provincia almeriense, sino en toda España. Este productor de judías y calabacines de Berja fue el primero que introdujo la agricultura ecológica en un invernadero de Almería hace ahora ya más de 20 años.
Corría finales del año 99 cuando arreglaba el invernadero con el que iniciaría el primer cultivo en ecológico poco después, en marzo de 2000. Lo que diferencia a Pedro de otros precursores de la agricultura ecológica en invernadero es que él nunca antes había sido convencional. Desde el minuto 0 se lanzó a la aventura de la agricultura orgánica. “En aquel entonces no había libros, ni técnicos ni nadie en quien fijarse. Me acuerdo que cuando lo comenté en la comercializadora a la que llevé los primeros kilos, rápidamente vino a verme un coche con todos los técnicos de la empresa porque no se lo creían. Y cuando bajaron del coche y entraron al invernadero empezaron a ver moscas tigres, crisopas, etc”, comentaba ayer con buen humor cuando lo visitábamos en su finca de San Roque, en Berja.
A Pedro Álava no creo que lo hayáis visto en otras publicaciones. Es un agricultor reservado para su trabajo, poco dado a salir en los medios, pero es su técnica de confianza (Manoli Joya, de Lupión y Rodríguez, que lo visita desde hace muchos años) la que le ha animado a contar su historia y a que lo conozcamos acompañados también por Silvia Sebastiá, delegada de Asfertglobal. Y es que este agricultor del orgánico ha implementado en las últimas campañas los programas de esta empresa portuguesa para prevención de plagas y enfermedades y para nutricional.
La prevención es palabra clave para un ecológico. “En eco la protección es prevención”, afirmaba mientras caminábamos por un invernadero de judía verde puesto de mediados de septiembre y que llevará hasta finales de año. Luego rotará a un cultivo de calabacín. Este agricultor posee una hectárea de superficie.
Pedro nos explicaba que el programa fundamental que emplea para sacar adelante su cultivo es un tratamiento vía foliar para fortalecer la planta a base de cuatro productos de Asfertglobal, como Proxigen (inductor de autodefensas), Syntop (bioactivador fotosintético), VS-04 (bioestimulante a base de oligómeros de glucosamina y micronutrientes) y Eckosil (silicio reforzado con hierro, zinc y molibdeno).
Pedro da un pase cada 10 días durante todo el ciclo. “La planta va más fuerte, mejor hidratada y más resistente frente a ataques de hongos y bacterias, virus y plagas”, describía el agricultor, remarcando Silvia Sebastiá a continuación la buena respuesta de esta estrategia ya sea ante situaciones de estrés biótico como abiótico, sobre todo en zonas como Berja donde se dan condiciones extremas con bajas temperaturas y una fuerte oscilación térmica.
Con este tratamiento preventivo Pedro ha conseguido “minimizar las enfermedades”, dejando de ser la roya, el fusarium o la botrytis un problema como lo eran en el pasado. “Me siento tranquilo, sin ese estrés que a veces tienen los agricultores de ecológico. Tengo las plantas protegidas”, resumía el agricultor almeriense.
Silvia hacía especial hincapié en el ácido ortosilícico (Eckosil) que “mezcla con todo bien gracias a su pH”. Eckosil funciona aumentando la rigidez de los tejidos contra las bajas y altas temperaturas, reduce la pérdida de agua y “hace efecto barrera contra hongos e insectos”.
Manoli Joya, técnica de campo del almacén de Lupión y Rodríguez que es distribuidor de Asfertglobal, refería que Eckosil se ha incorporado en ecológico tanto al programa de tratamientos foliares como al de fertirriego. Y aquí hablamos de la protección de las raíces.
“Además de la aplicación foliar – ese tratamiento fortificante o inductor de defensas que hemos comentado antes – Eckosil también se indica vía riego para un programa de nutrición con calcio para el desarrollo de la raíz. Lo podemos dar en el primer riego tras el trasplante”, señalaba Manoli Joya.
Eckosil evita daños en el sistema radicular en condiciones extremas. “Además es un traslador vehiculante de nutrientes y moviliza elementos que están en el suelo”, añadía Silvia Sebastiá.
Pedro Álava ahora vive más tranquilo que en sus inicios, aunque lo de tranquilidad es muy relativo en la agricultura y en los tiempos que nos han tocado vivir. En cualquier caso su método “ensayo y error” lo ha ido perfeccionando a lo largo de estas dos décadas, y ahora ya tiene su propio librillo. Un placer haber pasado con él, y por supuesto con Silvia, Manoli y Ana, una mañana de primeros de diciembre aprendiendo de un maestro, metódico en su trabajo, disciplinado y bien organizado. Son detalles que se observan en pocas horas y que no quería pasar por alto.
Ana Rubio