No sé si se puede tildar de hecho histórico, solo los más antiguos tienen memoria suficiente para recordar la última vez en la que una mayoría de comercializadoras echaron el cierre a la entrada de producto para solidarizarse con aquellos que se lo suministran, los agricultores.
Mañana martes no habrá entrada de género en una gran mayoría de comercializadoras almerienses, la práctica totalidad de las del Poniente han anunciado que cierran para solidarizarse con los bajos precios que sufren los agricultores. Supongo que habréis visto a lo largo de este lunes comunicados y cartelitos de una mayoría de ellas expresándose en estos términos o muy similares.
Aunque claro, todo esto hay que dejarlo en suspense porque el día de mañana aún no ha llegado (…).
 |
 |
 |
 |
 |
 |
Lo cierto es que lo de hoy lunes ha sido como un dominó. La primera empresa que anunció que cerraría la entrada de hortalizas en sus instalaciones fue Agrupaadra, y a partir de ahí fueron sucediéndose los anuncios de muchas otras que públicamente expresaron que secundarían esta acción. Y toda esa información se ha ido vertiendo en las nuevas tecnologías y las RRSS y ha corrido como la pólvora.
Lo de mañana – que no es una huelga porque los actores no están obligados ni a cerrar ni a abrir – es una acción voluntaria impulsada por un grupo de agricultores independientes, sin afiliación alguna, y que solo se representan a sí mismos, a sus familias y a su trabajo.
A lo largo de esta mañana y la tarde de hoy lunes más de 200 agricultores, divididos en grupos de 20-25 personas, han ido recorriendo los diferentes almacenes explicando la medida de protesta que ha sido bien recibida por muchas de estas empresas del comercio, aunque también ha habido algunas reacias que finalmente se han decidido a secundar por el efecto dominó que se ha vivido durante esta jornada en el campo almeriense y en parte de la costa granadina.
 |
 |
 |
 |
 |
 |
Y ahora, ¿qué?
Estamos ante un escenario desconocido. Todo lo que pueda añadir a partir de ahora son conjeturas. ¿Qué va a pasar después de este martes? ¿Habrá servido de algo parar la entrada de hortalizas durante un día? ¿Es una medida simbólica de la que tendrán conocimiento aquellos que toman decisiones o pasará desapercibida? ¿Está el campo más unido después de que comercio y agricultor se hayan puesto de acuerdo en una iniciativa tan inusual como la de mañana? ¿Será el comienzo de algo nuevo o será solo un fuego de artificio?
La respuesta a todo ello se irá viendo en días, semanas y meses sucesivos. Lo que sí parece salirse del terreno de la especulación es que la situación crónica en la que viven las pizarras no puede mantenerse eternamente, salvo que la agricultura se convierta en una jungla en la que solo sobreviven unos pocos, y otros muchos caen en desgracia. Las frutas y hortalizas se han convertido en producto low cost. Se aprieta para comprar barato, aunque los costes de producción no son low cost (…). Al agricultor no le queda margen. Blanco y en botella.
 |
 |
Ana Rubio