
Recientemente asistíamos en Almería a un interesante evento en torno al tomate en el que participaba el que fuera durante muchos años altavoz de las cadenas de supermercados españolas. Ante un auditorio a rebosar de agricultores, también había técnicos y comerciales, el representante de la distribución intentó convencer de que no había que hablar ni comunicar en torno al diferencial de precios del campo a la mesa.
Sí, sí, diferenciales que a veces superan el 500%, el 1000% o incluso el 2000%. Sorprendente que se quiera tapar una información que deja bien a las claras que el que siempre pierde es el primer eslabón de la cadena, el agricultor.
Cada mes se hace público el IPOD que es el índice de precios origen-destino que desde hace años publican varias asociaciones nacionales de consumidores (CEACCU, Confederación Española de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios; y la UCE, Unión de Consumidores de España) junto a la COAG (Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos). Precisamente ahora – que hemos visto cómo en la última semana los precios en origen se han venido al suelo en la mayoría de las hortalizas – habrá que estar atentos a lo que nos dice el siguiente IPOD, ¿y por qué no? Hablar de ello.
El representante de la distribución no solo decía que no había que hablar de diferencial de precios, sino que tampoco había que hacerlo del origen de los productos. Curioso argumentario.