
Se habla mucho de Trump y de sus aranceles, pero ¿y del nuevo acuerdo agrícola con Marruecos que está preparando la Comisión Europea en este momento? Ni media palabra. Silencio total y absoluto.
Sin embargo, las consecuencias para el sector hortofrutícola de los términos del nuevo convenio con el vecino del sur son infinitamente más importantes, más determinantes que las de la guerra comercial abierta con Estados Unidos. De hecho al mercado estadounidense no vendemos ni un tomate, aunque hayamos visto estos días atrás un spot publicitario en televisión reivindicando nuestras exportaciones a USA en un invernadero de tomates.
Donde sí nos la jugamos es en lo que se está negociando en Bruselas sin luz ni taquígrafos. Según Coexphal, el departamento de agricultura de la Comisión Europea quiere incluir en el nuevo tratado los territorios del antiguo Sahara español donde se cultivan tomates, entre otros productos, cuestión que había sido censurada meses atrás por el Tribunal Europeo. Así que para evitar el problema jurídico se quiere redactar un nuevo convenio que incluya estas tierras.
Una vez la Comisión acabe la redacción de este nuevo acuerdo, el texto pasará al Parlamento Europeo y ese será el momento en el que los distintos grupos políticos podrán aprobarlo o tumbarlo. Pero visto lo visto hasta ahora y los precedentes mediáticos de ignorar esta cuestión, no sería descabellado pensar que tema tan crucial y vital para el campo español pase desapercibido en las televisiones y esos llamados medios tradicionales de masas. Tendremos que informarnos por Internet.