Tercera y última crónica de la jornada de transferencia titulada ‘Franklinothrips megalops, un depredador autóctono para el control biológico de Thrips parvispinus’. En el capítulo anterior, el segundo, hablábamos de Vespiformis y Megalops; y en el primero sobre placas cromatrópicas para reducir poblaciones de plaga. Cerramos con el análisis final de los investigadores, Mario Porcel, Ifapa Churriana de Málaga, y Estefanía Rodríguez, Ifapa de La Mojonera (Almería).

Megalops: thrips de hoja adaptado al Mediterráneo
Mario Porcel mostraba el mapamundi con las 6.500 especies de thrips y las 102 depredadoras donde se ubican Vespiformis y Megalops. Sobre éste último destacó su preferencia culinaria sobre los thrips de “hoja”, como Parvispinus, y su constatada adaptación a la región mediterránea.
Dicha adaptación es importante para evaluar a futuro su posible introducción comercial en invernaderos del sureste peninsular. F. megalops citado en la bibliografía en aguacate en Albuñol en 1988 y más tarde en pimiento en el campo de Cartagena. En Canarias se le cita en 2014, en cítricos en Valencia en 2020 o en pimiento en invernaderos de Almería en el Homo Agrícola, refiriéndose a él como ‘trips hormiga, nuevo trips, éste bueno’.
Cría de F. megalops en laboratorio
Por otro lado, Porcel describió las colectas llevadas a cabo en campo para posteriormente poder hacer la cría de F. megalops en laboratorio. De este modo se ha podido evaluar su capacidad de depredación en cada estadio.
“Megalops es un depredador muy activo y consume vorazmente larvas de los dos estadios de Thrips parvispinus pudiendo impactar de forma importante en el desarrollo de sus poblaciones”, expresaba el investigador.
“No hemos encontrado evidencias de que sea un depredador eficiente de hembras adultas de T. parvispinus, que tiene una conocida capacidad defensiva, aunque hay indicios a que apuntan que sí puede depredar machos adultos de parvispinus”, añadía.

Afinando la estrategia frente a T. parvispinus
Por último, Estefanía Rodríguez, investigadora de Ifapa-La Mojonera, expuso los resultados de ensayos con cuatro distintos tratamientos o combinaciones, más un testigo control, de enemigos naturales frente a T. parvispinus.
Estefanía Rodríguez apuntó que la estrategia basada solo en Swirskii y Orius se queda corta frente a Thrips parvispinus, siendo insuficiente. De ahí que la introducción de Megalops sería el refuerzo que haría más efectiva la estrategia: “Sabemos que A. swirskii solo come L1 de T. parvispinus y que O. laevigatus sí puede depredar todos los estadios de T. parvispinus, pero no hay coincidencia espacial”.
La investigadora dijo que no hay que prescindir de A. swirskii ni de O. laevigatus, pero sí profundizar más.

A continuación subrayó que hay un pico de Parvispinus en octubre localizándose dichas poblaciones principalmente en la hoja del pimiento. De ahí que sea necesario “un depredador que actúe en agosto-septiembre, que se instale bien en el cultivo en esas condiciones de agosto y septiembre y que no dependa de la floración”.
La efectividad de Megalops solo o con otros auxiliares
Para afinar la estrategia se llevaron a cabo cuatro distintos tratamientos: Amblyseius swirskii con Orius laevigatus (1); Chrysoperla lucasina con Orius laevigatus (2); Franklinothrips megalops con Orius laevigatus (3); y Amblyseius swirskii más Chrysoperla lucasina más Franklinothrips megalops y Orius laevigatus (4).
“El tratamiento de F. megalops solo o combinado logró reducir drásticamente la población de trips y los daños en frutos. Estos resultados se obtuvieron con una única suelta, y a una dosis de 8 individuos/planta. Franklinothrips megalops se instaló bien, se reprodujo en una semana, pupó en las plantas, colonizó todas las partes de la planta y fue compatible con Orius”, concluyó la investigadora del Ifapa.
