La casa española de semillas Meridiem Seeds está recogiendo ahora los buenos resultados del proyecto internacional de tomate Traditom en el que se han rescatado materiales genéticos de variedades de tomate autóctonas para los híbridos del futuro. Meridiem era la única casa de semillas que participaba junto otros 16 actores de países como Italia, Grecia, Francia, Holanda y Alemania. Los resultados son los tomates de los próximos años, que recuperan aroma y sabor sin mermar la productividad y mejorando poscosecha y otros atributos como las resistencias. Cherruty, nuevo cherry redondo para recolección en suelto, y Ciringuito, también cherry redondo pero para rama, son dos ejemplos que nacen de este ambicioso proyecto investigador.
Ambas variedades son ya comerciales y Meridiem está actualmente promocionándolas. “Una premisa de todas nuestras variedades es la productividad, si una variedad no da muchos kilos, no la sacamos al mercado”, comenta María Luisa García, responsable de desarrollo de Meridiem.
Cherruty hace muy pronto los kilos. Por eso abre una nueva opción de cultivo para zonas de trasplante temprano como Campohermoso, donde el agricultor puede ir con Cherruty a un ciclo corto, sacando rápido la producción y después rotando a un cultivo de primavera.
“Es una opción muy interesante que abre Cherruty de ir a ciclo corto”, señala María Luisa García, “además mantiene color, forma, grados brix y calibre (30 mm)”.
Cherruty es un cherry de fácil manejo, muy versátil para ir a ciclo corto tanto de otoño como de primavera (por ejemplo, en Albuñol y Castell este año se ha puesto en ciclos cortos de primavera), pero también se adapta a ciclo largo si el productor quiere darle más recorrido.
El dúo de nuevos cherrys de Meridiem Seeds se completa con Ciringuito, en este caso pensado para ir a un ciclo más largo y con recolección en rama.
Los ramos de Ciringuito están muy bien formados, de entre 10-12 frutos, con muy buen raquis, muy carnoso y de aspecto fresco, lo que permite el corte en rama. García destaca la calidad de la rama, “simétrica y muy uniforme”, amén del “color rojo brillante y atractivo de los frutos y por supuesto la alta productividad, siempre como premisa de todas nuestras variedades”.
Son frutos que recogen las premisas del proyecto Traditom de muy buen sabor con elevado contenido en azúcar y al mismo tiempo una excepcional poscosecha.
Otras variedades como Kintila y Granoval
Aparte del proyecto Traditom, Meridiem Seeds continúa con su programa de tomate del que han surgido recientemente novedades como Kintila (TR 029) y su referente actual, el pera Granoval.
Kintila está dentro de la tipología de tomate rama de calibre M-G que funciona tanto para trasplantes de julio/agosto para ir a ciclo corto como para trasplantes de septiembre para ir a ciclo largo.
En Kintila hay que subrayar la calidad de fruta y la homogeneidad de la rama, en una variedad más precoz que otras del segmento y que mantiene una buena conservación en poscosecha. A destacar también el raquis carnoso de aspecto fresco.
“Kintila va bien en todo tipo de aguas y conductividades, se adapta a distintas zonas de cultivo, ya sea en Poniente, en La Cañada o en el campo de Níjar, lo podemos ver en suelo o en hidropónico, en definitiva es un tomate ‘todoterreno’”, añade la responsable de desarrollo.
En cuanto a Granoval se ha convertido en los últimos años en el referente en tomate de Meridiem Seeds. Un tomate pera de gran calibre que se ha consolidado en las zonas productoras de tomate tipo pera para mercado nacional desde Almería pasando por la costa de Granada hasta Zafarraya, la Axarquía de Málaga, los Palacios en Sevilla o la Algaida en Cádiz.
Un tomate muy versátil, que conserva la forma de pera en diferentes condiciones de cultivo, con muy buena conservación poscosecha y mucha calidad de fruta en calibre grueso. “Y por supuesto muy productivo”, añade María Luisa García recalcando una vez más el atributo de los kilos en Meridiem.
Ana Rubio