Alejandro lleva cinco años envasando en campo los lamuyos que descarga en el almacén de Naturinda, situado en el parque empresarial de La Mojonera. Ayer lo conocía, en su finca ubicada en Vícar, acompañado de dos técnicos agrícolas de esta comercializadora almeriense, como son Sergio Barranco y Guadalupe Sagues.
Alejandro Zapata Barrera es un joven agricultor de 35 años, perteneciente a la tercera generación de los hombres y mujeres que levantaron este campo. Es un pequeño agricultor con apenas una hectárea de tierra. Le pregunto si se puede vivir con esa superficie y me responde afirmativamente. “Si el invernadero es tuyo, sí se puede, de hecho yo vivo de 10.000 metros de invernadero”, comenta.
Vamos recorriendo unos líneos y nos cruzamos con Luca, que recolecta pimiento y lo envasa en el cartón en la propia calle. Mi siguiente pregunta va en este sentido. “Lo envasamos todo en el campo y no me supone un problema porque luego en las medias Naturinda me lo compensa con precios muy competitivos. Eso sí, hay que trabajar con calidad. Llevo cinco años así, me va bien y voy a continuar”, describe Alejandro.
A continuación Sergio Barranco, técnico de Naturinda, me explica que es la filosofía de esta comercializadora que ha superado ya una década de vida proponiendo otros modelos de relación con sus agricultores. Envases de cartón en todas sus hortalizas (pinchar aquí para ver el catálogo de Naturinda), en algunos casos madera, productos que salen confeccionados del invernadero y que acortan los tiempos en los envíos para aminorar los pasos que conducen un alimento fresco del campo a la mesa.
Naturinda arranca en Berja su campaña de lamuyos, los más tempranos, y luego en el Poniente la prolonga hasta el mes de mayo en fincas como la de Alejandro que en este caso va a un ciclo único de cultivo, siendo un consumado especialista en el pimiento rectangular o tipo lamuyo.
Nos despedimos de este agricultor almeriense y visitamos a uno de sus vecinos que también sirve a Naturinda, en este caso calabacín. El invernadero de Manuel Delgado Rubio es de doble techo, muy hermético para proteger su cultivo de la mosca blanca, vector del Nueva Delhi.
Manuel es barcelonés, pero llegó hace más de un cuarto de siglo a Almería por amor y aquí se quedó. Está feliz de ser agricultor y con buen humor me explica las mejoras que quiere hacerle a otro invernadero contiguo. Lo echará al suelo este próximo verano para volverlo a levantar con una mejor estructura. Manuel ha absorbido bien el espíritu emprendedor almeriense y por su sangre hay savia de crecer y mejorar. Constantes que definen al ‘modelo Almería’.
Este agricultor también es especialista, en este particular de calabacín. Sus campañas son de doble ciclo de cultivo. Planta en agosto, arranca en noviembre y vuelve a poner calabacín con el que alcanza el mes de mayo.
Manuel envasa su propio calabacín, pero lo recoge en las cajas de las imágenes y a continuación en un pequeño almacén propio lo arregla en cartón o en madera para llevarlo posteriormente a Naturinda. El destino final es Alemania, Inglaterra y países del Este, cuando va en cartón, y Francia y también Italia cuando el envase es de madera.