Holanda produce 51 semanas al año

Rompiendo mitos. La jornada de este pasado miércoles organizada en Aguadulce (Almería) por Coexphal sirvió para despejar dudas y dar carpetazo a algunos espejismos; por ejemplo, la falsa creencia de que Holanda nos deja libres los meses del invierno. Lo cierto es que no, según explicó la representante de la Universidad de Wageningen, la española Nieves García, que explicó que la producción se prolonga durante 51 semanas gracias al control del clima que se realiza durante todo el año.

La jornada, bajo el título ‘Principales retos de la horticultura española de invernadero’, era la réplica de otra similar que se celebraba hace unos meses en Madrid en la sede del Ministerio. La presentación del modelo holandés evidenció sus fortalezas, sustentadas en un sector organizado, con tecnología, innovación y colaboración entre el Gobierno y la Industria para financiar los proyectos científicos – cofinanciación del llamado triángulo de oro -. Sin embargo, también se vislumbraron algunas debilidades porque Holanda está perdiendo agricultores, ya que cada vez se requieren mayores inversiones económicas. Esto ha llevado en los últimos años a que la superficie media haya crecido, pasando de 0,8 hectáreas en 2000 a 2,25 ha. en la actualidad, una vez que el modelo ha expulsado a los productores con menos capacidad inversora. En este sentido, también se apuntó durante la jornada que el retorno de la inversión, y la amortización de la misma, es más inmediata entre los agricultores españoles que entre sus homólogos los holandeses.

En cualquier caso, los argumentos defendidos por la Universidad de Wageningen son los de una agricultura de éxito, sobre todo, por la productividad alcanzada. Nieves García apuntó algunos números muy elocuentes como los 35 kilos/m2 alcanzados en pimiento california amarillo o los 108 que en algún caso se han obtenido en pepino (esta última cifra generó sorpresa en el auditorio a tenor de los murmullos).

Pero, ¿cómo se logra esa productividad que se traduce, por ejemplo, en que cada año aumenta la media final de un artículo tan representativo como el tomate en un kilo? Alargando ciclos y con algunos pilares que a continuación enumeraré: mejora genética, mejora de estructuras y materiales de cubierta, enriquecimiento carbónico, sustratos, control biológico y mejoras en control climático y manejo de cultivos, junto a las mencionadas ‘51 semanas verdes‘.

Lo anterior se traduce en múltiples elementos, pero solo abordaré unos pocos. Por ejemplo, los materiales que proporcionan más luz al invernadero, como los vidrios difusos. “Es el último salto tecnológico en Holanda, están ya presentes en más de 100 hectáreas”, dijo Nieves García. Con este vidrio la luz penetra más profundamente en el cultivo logrando un microclima más uniforme e incrementos del 10% en las productividades de pepino y pimiento.

En cuanto al agua, el cultivo sin suelo facilita sus ciclos de riego cerrado en los que se reutiliza el agua que sobra con una reducción de fertilizantes entre el 17-40%, una recirculación de los drenajes y una menor emisión de nitratos.

Por último, el control biológico. Holanda también levanta su particular bandera de compromiso verde que se traduce en ‘bichos’ en el 100% de su cultivo de pimiento, tomate y pepino.