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La investigadora del grupo de Química Inorgánica de la Universidad de Granada (UGR), Gloria Belén Ramírez-Rodríguez, impartía estos días atrás en la sede científica del PITA en la UAL una magistral charla sobre la nanotecnología aplicada a la agricultura. Evento organizado por Fundación Cellbitec con la que colabora esta investigadora de la UGR.
El concepto inicial que hay que comprender es el de la biomimética, referido a cómo imitar a la propia naturaleza, en su comportamiento y respuesta para extrapolar lecciones que se pueden aplicar a casos prácticos, por ejemplo, de la agricultura. Ahí están, siguiendo con el ejemplo, las nanopartículas de fosfato de calcio, de alto interés tanto para los humanos como para el sector agro.

Nanotecnología: más eficacia, menos dosis
Entrando ya más en detalle, Ramírez-Rodríguez explicó cómo las nanopartículas pueden ser nanotransportadoras (pensemos de NPK, biopesticidas o de cualquier tipo de agroquímico) de liberación dentro de la planta. Y además con efecto diana “lo que mejora la eficacia y reduce las dosis”.
Un transporte de materiales multifuncionales, desde los fertilizantes necesarios hasta protectores vegetales. Nanopartículas como vehículo de transporte y una larga lista de opciones: potasio, nitrógeno, magnesio, zinc, hierro, cobre y un largo etcétera.
Y con una clara ventaja, ya que mientras que un porcentaje alto de los fertilizantes tiende a perderse; en cambio, estas nanopartículas consiguen una mayor asimilación dentro de la planta, evitando las mermas.
NanoNPK, NanoZinc y Nanoinsecticidas
La investigadora documentó su intervención con distintos ensayos en diferentes cultivares, entre ellos de pepino; por ejemplo, en la aplicación de NanoNPK que logra una liberación lenta de nitrógeno, fósforo y potasio.
La nano también puede estar en los elicitores, que son esas moléculas que estimulan los mecanismos de defensa de las plantas ante situaciones de estrés, tanto abiótico como biótico. Nanoelicitores que permiten reducir diez veces las dosis de elicitores.
En tomate interesantes los ensayos con NanoZinc para biofortificar la planta y hacerle frente a la mancha bacteriana. También en tomate, y pensando la Tuta aboluta, NanoSpil. Se trata de un nanoinsecticida para control de la plaga de la polilla del tomate.
Del mismo modo, en protección vegetal, NanoCu. Un nanopesticida “frente a microorganismos patógenos más efectivo que el pesticida convencional, y con una concentración cuatro veces menor”.
Y como apunte final NanoBtz. Un nanoherbicida para control de malas hierbas, con mejor efectividad y un 40% menos de dosis.