Tabla de Contenidos
Tratamientos foliares con prebióticos frente a rugoso provocan la reducción de la carga vírica, el silenciamiento del ToBRFV y que el cultivo pueda ser fructificando
La Semana de la Ciencia de Viagro en Almería ha destripado el origen de la agricultura regenerativa (no en vano la primera finca certificada como tal en el planeta se ubica en estas instalaciones de La Cañada) y ha presentado los resultados del uso de una de las herramientas principales de esta agricultura – como son los prebióticos -, que contribuyen al silenciamiento en tomate del virus del rugoso (ToBRFV). En breve estos resultados se publicarán en una revista científica, a nivel internacional, pero aquí te desgranamos este gran avance sin tener que esperar a dicha publicación.
Antecedentes
Ana Isabel Tristán y Ana del Mar Salmerón, investigadoras del grupo NMRMBC de la Universidad de Almería, eran las encargadas de hacer la presentación de estos estudios. Pero para entender de dónde vienen los prebióticos Dream y Brio – certificados tanto en agricultura regenerativa como en ecológico – y del universo de la microbiota y el microbioma hay antes que comprender los trabajos de investigación de Carlos Meza, que publicábamos ayer (pinchar aquí para leer más). También dentro de la Semana de la Ciencia. Incluso para los más incrédulos también dejamos la referencia a un artículo de esta pasada primavera sobre los ensayos de otra investigadora portuguesa, con estos mismos prebióticos y el efecto de silenciamiento sobre el virus del rugoso (pinchar aquí).
Beneficios de la metabolómica
Ambas investigadoras, del Departamento de Química y Física de la Universidad de Almería, presentaban la ponencia ‘El microbioma aliado para minimizar los daños por el virus del rugoso: metabolómica como método analítico para evidenciar el cambio de microbioma’.
La metabolómica es el estudio cuantitativo y cualitativo de las moléculas pequeñas (metabolitos) en un organismo. “Nos da una visión completa de su estado metabólico y de los procesos bioquímicos que ocurren en él”, expresaba Ana Isabel Tristán, doctora en Química Avanzada de la Universidad de Almería y a la que habíamos podido conocer en noviembre pasado en la sede de Aenor durante su charla sobre la epigenética y concentración de metabolitos (pinchar aquí).
La metabolómica aporta beneficios en distintos apartados como en la mejora de cultivos. Identifica los metabolitos asociados con rasgos agronómicos deseables (mayor rendimiento, resistencia a enfermedades, tolerancia al estrés). El estudio de las rutas metabólicas es importante porque proporciona información detallada sobre las rutas metabólicas en las plantas, por ejemplo, la biosíntesis de compuestos secundarios de defensa.
“Respuesta al estrés. Investiga cómo las plantas responden a diferentes tipos de estrés biótico y abiótico a nivel metabólico”, describía Ana Isabel Tristán, “además evalúa la composición metabólica de los frutos y verduras, ayudando a garantizar la calidad, autenticidad y seguridad de los productos. Y por último la metabolómica estudia interacciones entre planta y microorganismos simbiontes o patógenos, y como éstas afectan al metabolismo de las plantas”.
Virus del rugoso (ToBRFV)
A continuación las dos investigadoras pasaron a describir los ensayos realizados con prebióticos en una finca de tomate en Almería, afectada por el virus del rugoso. Protocolo con tratamientos foliares con Dream y Brio para la recuperación del microbioma y el estudio de los cambios metabólicos posteriores (identificación y cuantificación de metabolitos).
Compuestos fenólicos
En la descripción del perfil metabólico las investigadoras prestaron especial atención a los compuestos fenólicos, ya que están involucrados en la defensa de las plantas y muestran varias propiedades contra un amplio espectro de patógenos, específicamente contra varios virus, incluidos los tobamovirus. Por ejemplo, el ácido 4-hidroxibenzoico y el ácido clorogénico.
“Ausencia de genoma de ARN detectable de ToBRFV – desensamblaje de la cubierta proteica (CP) del virus – indicativo de la desactivación del virus”, describía Ana del Mar Salmerón, “los compuestos fenólicos pueden inhibir el ensamblaje de la CP al bloquear la interacción entre la cadena A y la cadena B interrumpiendo las interacciones CP-CP”.
En conclusión, la aplicación temprana de prebióticos ha frenado el aumento de la carga viral y ha permitido el silenciamiento del virus.
Interacción planta-microbiota
Dicha interacción positiva conduce a una modulación de la respuesta inmune de la planta. Esa microbiota, alimentada por los prebióticos, regula la pérdida de agua por transpiración y mantiene niveles adecuados de hidratación en la planta gracias a la regulación de la apertura estomática.
La microbiota ayuda a conservar la humedad y a prevenir la deshidración con la formación de un biofilm. También la interacción se traduce en suministro de nutrientes: el microbioma del suelo afecta la disponibilidad de nutrientes para las plantas.
Y por último, y rasgo fundamental en la interacción, se activa la respuesta de defensa en la planta que ayuda a limitar la propagación de virosis.