Beyond Seeds ensayó en el Ifapa de La Mojonera la adaptación a los invernaderos de Almería de una nueva especie de calabaza (cucurbita maxima), común en Sudamérica y desconocida en Europa, hasta el punto de desarrollarla en Almería por vez primera en color amarillo. Hoy día es una realidad en tres colores (verde oscuro, verde claro y el mencionado amarillo) de cuya comercialización se encargan dos cooperativas andaluzas como son Unica y Granada La Palma.
Conocemos el almacén en el que Unica ha centrado esta nueva categoría llamada Zucchiolo, el de su cooperativa de San Agustín (El Ejido, Almería), Cohorsan. “Es una gran novedad con la que estamos muy ilusionados porque el objetivo es poder ofrecer Zucchiolo todo el año”, expresa Juan Tomás Cano, presidente de Cohorsan, una de las cooperativas de primer grado fundadoras de Unica Group, cooperativa de segundo grado.
Las expectativas puestas en Zucchiolo están bien justificadas, no en vano esta nueva referencia que ha llegado a los invernaderos del sureste peninsular se hizo hace solo unos meses con el premio internacional de Fruit Logística 2024, como el producto más innovador presente en esta última edición de la feria alemana. Así que los frutos que observamos en la nave de Cohorsan están claramente identificados en sus envases con la imagen corporativa de este galardón, aspecto que valoran las cadenas europeas a los que se destina.
Zucchiolo es una nueva categoría cuyo fruto puede ser consumido tanto en crudo como cocinado, una versatilidad que permite ser un ingrediente más de la ensalada o una nueva materia prima para la cocina.
La exportación es hoy día su mercado objetivo, especialmente a mercados como Alemania y Polonia, tal y como nos comenta José Fernández, jefe de almacén de Cohorsan. A su vez es un producto de valor añadido, que justifica una supervisión más personalizada, como la que realiza in situ en la propia nave Juan Román, coordinador del departamento de calidad-cliente de Unica.
Ahora en verano la producción se traslada a invernaderos de malla de zonas de interior, una superficie aún modesta; aunque esta nave de San Agustín ha estado tras la feria de Berlín durante toda esta última campaña confeccionando Zucchiolo. Así que el objetivo de los doce meses está más cerca de ser conseguido.
Cada color de Zucchiolo tiene su toque de sabor diferenciado. El amarillo cuando se consume en crudo tiene un gusto más intenso, refrescante en la pulpa interior y con un ligero toque a rábano en su corteza. El verde más claro es el más refrescante y dulce, con altos grados Brix, textura y sabor que recuerdan al pepino. Y el verde oscuro está a medio camino de los dos anteriores.
Ana Rubio