Tabla de Contenidos
Es un concepto completamente disruptivo hasta ahora en la comercialización de sensores y que busca democratizar y hacer más accesible el uso de estas nuevas tecnologías de riego a todo tipo de agricultores, sea cual sea su perfil y superficie. El renting de los sistemas de riego inteligente llega a los invernaderos de Almería, Granada y Málaga tras la alianza de tres empresas estratégicas que cubren todo el servicio: Agroquímicos Céspedes, Maher y BrioAgro.
Pago por servicio
Se trata de un pago por servicio que busca adaptarse a las particularidades de las campañas agrícolas. Se alquila el instrumental de riego inteligente, se retira una vez finaliza la campaña y de este modo la tecnología se adapta a cada ciclo de cultivo y a la necesidad de cada agricultor.
“Así lo puede probar todo el mundo. Incluso un agricultor pequeño, minifundista, va a tener más facilidad con este renting y menos reparos en decidirse a conocer esta tecnología. Paga cuando la usa. Es sencillo. Una vez que termina, se recoge el equipo, que se retirará para ser revisado y actualizado. Así el agricultor podrá contar en las campañas que quiera con aparatos revisados e inspeccionados”, explica Manolo Céspedes Vicente, gerente de Agroquímicos Céspedes, mientras nos recibe en la sede central de esta empresa familiar de suministros agrícolas ubicada en La Curva de Adra, Almería.
Agroquímicos Céspedes, Maher y BrioAgro
El motivo de nuestra visita está en el proyecto que han iniciado conjuntamente tres empresas como Agroquímicos Céspedes, Maher y BrioAgro, que han unido sus fuerzas para ofrecer un servicio completo a los agricultores que quieran iniciarse en la sensórica con vistas al fertirriego.
Maher, también empresa abderitana y asentada en El Puente del Río, aporta el hardware, la fabricación e instalación; BrioAgro, empresa con corazón sevillano y navarro al mismo tiempo, ofrece toda la tecnología de los sensores y su desarrollo; mientras que Agroquímicos Céspedes es el distribuidor, encargado de la promoción y de la tarea comercial para llegar al cliente final. De este modo también Céspedes amplía su portfolio poniendo a disposición del agricultor por vez primera sistemas de riego inteligente.
“Estos equipos aportan al agricultor un grado de información total. Y es muy importante porque nos da parámetros para saber en tiempo real qué tenemos que hacer y cuándo”, nos explica Manolo, cuando pasa a saludarnos su padre, y segunda generación de Agroquímicos Céspedes, Manuel Céspedes Maldonado, al que conocemos desde muchos años cuando aún estaba en la actividad.
Su hijo nos sigue contando sobre esta nueva sensórica que se ofrece desde ahora a todos sus agricultores, tanto de Almería como de la costa de Granada y de la Axarquía malagueña: “Estos aparatos son una fuente de información excelente para cualquier tipo de cultivo. Un verdadero compañero de viaje, al que podemos consultar desde el móvil la información que sea necesaria para saber todo lo que está ocurriendo en el invernadero. Un compañero de viaje que solo puede aportar beneficios al agricultor”.
Sobre los aspectos más técnicos de este sistema integral de fertirriego, ya hemos publicado recientemente, incluso con resultados en términos de ahorro y rendimientos por metro cúbico (pinchar aquí para leer más).
Sobre Agroquímicos Céspedes
Manolo Céspedes Vicente pertenece a la tercera generación de esta empresa familiar de venta de suministros agrícolas, fundada el siglo pasado en Berja por su abuelo Manuel Céspedes Amat.
“Nacimos entonces como Almacenes Céspedes y con orgullo podemos decir que somos hoy día el almacén de suministros más antiguo que hay en la provincia de Almería, alcanzando los 74 años vida”, expresa Manolo, mientras nos explica los caracteres del logotipo donde un gran sol alumbra un gran campo agrícola que se extiende bajo su abrigo.
El gerente de Agroquímicos Céspedes recuerda aquellos inicios con los primeros abonos, que venían en granel en pequeños camioncillos, y que se empleaban para los parrales de Berja. Los invernaderos vendrían después, así como el crecimiento de la empresa y las posteriores aperturas en Adra, en Calahonda y en Castell de Ferro, ya en Granada.
La empresa entra ahora en un nuevo segmento, como el fertirriego de precisión o riego inteligente, con dos aliados más. Manolo Céspedes nos explica, antes de marcharnos, que el trabajo de distribución de estos nuevos equipos de sensórica está abierto a la colaboración con otros almacenes de otras zonas y comarcas, como Níjar o La Cañada-Alquián, cuyos agricultores puedan estar interesados en dar el salto a esta forma de regar basada en los datos que aportan las mediciones de los sensores.
Noticias relacionadas
Ana Rubio