Agricultores que obtienen sus propios abonos

Paco González es un joven e inquieto almeriense que no ha conocido otro oficio que el de agricultor. Nos citamos en su invernadero en pleno mes de agosto. Hace calor, pero es soportable en un cultivo que ya empieza a ser vergel bajo el plástico. Pimiento temprano con siembra a finales de mayo en El Ejido.

No es la fecha habitual en los trasplantes de este área ejidense, aunque en realidad nada es habitual en este agricultor que desprende entusiasmo y vitalidad a raudales. Queremos hablar con él de la reducción drástica que ha hecho en los insumos agrícolas, especialmente en los abonos.

Cursos sobre holohomeopatía agrícola

Para ponernos en contexto, Paco está haciendo en la actualidad un curso sobre homeopatía aplicada a la agricultura. Es un curso formativo online, organizado por el Instituto Comenius, con tres sesiones semanales, de tres horas cada sesión.

‘Inicio a la holohomeopatía’ es el nombre de este curso impartido por Radko Tichavsky, en el que participan alumnos de otros países como Italia o Brasil, además de España. Junto a Paco hay otros agricultores almerienses, pero también murcianos y de otras zonas como Navarra o Cataluña. Como Radko vive en México, queremos aproximarnos a esta temática de la mano de Paco, que él nos explique su experiencia empírica, in situ a pie de campo.

“Aparte de trabajar, lo que hago el resto del día es estudiar. Mucho. Si crees en una agricultura más natural que la actual, hay que estudiar y es lo que hacemos en este curso”, expresa Paco. “Analizamos microorganismos, hongos y bacterias, en lo que ayudan y en lo que pueden perjudicar, y cómo extrapolar ese conocimiento a tu cultivo”.

Observación y lenguaje de la naturaleza

Una vez que el joven agricultor nos pone en antecedentes le preguntamos sobre la homeopatía agrícola. ¿Qué es?

“Es entender el lenguaje de las plantas. Y para llegar a él aprender a observar es el primer paso. Y luego la similitud metabólica”, describe.

A partir de ahí González relaciona metabolitos con los principios activos de las propias plantas, y enfatiza la búsqueda de plantas autóctonas con metabolitos que puedan ser de interés agronómico para extraerlos y posteriormente implementarlos en el cultivo.

Especies autóctonas

Le pido algún ejemplo menos conceptual, más concreto. Me habla de antioxidantes y me muestra una extracción de corteza de taray. “Con 1 ml puedo aplicarlo a una dilución homeopática con 99 ml de agua. Y dinamizar el agua para luego aportar el resultado al cultivo, ya sea vía riego o foliar”, comenta. Será el único momento de la conversación en el que introduzca estos principios de agricultura biodinámica, ya que asegura que aunque la dinamización del agua está compartida en ambas disciplinas, éstas son diferentes.

Los equivalentes a los NPK que demanda el cultivo los obtendrá de preparados extraídos de otras especies autóctonas, siguiendo pasos similares a los del ejemplo anterior.

Microbiología

Esta última campaña de primavera, en el cultivo de melón de su padre, Paco implementó los conceptos de la homeopatía agrícola reduciendo drásticamente el uso de abonos, sobre todo externos.

“El método consiste en conectar la microbiología del suelo con la planta, ya que ambas se apoyan. Hay que activar y enriquecer dicha conexión”, subraya.

“Si abono la microbiología queda inerte, deja de actuar. Desaparece esa simbiosis entre raíz y microbiología”, enfatiza.

“Además es importante estudiar las rutas metabólicas o qué elicitores ayudan a que la planta esté activa frente a estreses, entre otras cuestiones”, añade el agricultor.

Le pido a Paco recorrer la finca para ver otros instrumentales, y en este caso encuentro herramientas más convencionales que también conviven con esta filosofía de trabajo que ha emprendido.

Así, hay acolchados de cebada para bajar temperatura del suelo y guardar humedad; alambrillos o feromonas frente a gusano; mosqueros para identificar a la mosca de la fruta; placas amarillas para trips y mosca blanca; y tensiómetros a diferente profundidad para indicar el riego preciso.

También hay auxiliares. Orius y swirskii. “Solté poco, poblaciones bajas, pero el invernadero está ahora lleno. Creo que el ambiente natural de la finca ayuda a la instalación y reproducción de los bichos”, opina Paco.

Volveremos a visitarle más adelante para observar el devenir de la campaña. Mucha suerte.