Nostoc recoge los frutos de sus años de trabajo en Almería. Esta empresa, de origen madrileño, llegó al sureste peninsular en la década pasada abanderando un nuevo modelo de bioagricultura, para muchos entonces desconocido pero que hoy día se ha instaurado en las diferentes especies que van desde los hortícolas de Almería hasta los frutos rojos de Huelva.
Fertilidad del suelo y microorganismos
La fertilidad del suelo es vital para hablar de un cultivo óptimo con las máximas garantías en cuanto a calidad y producción. Más de un 60% del abonado químico usado no es asimilable por la planta (sales insolubles), debido a esto se genera el gran problema del bloqueo del suelo y consecuentemente el abonado y/o la fertilización que utilicemos no estará aprovechada de manera óptima. La solución a este problema es aportar al suelo materia orgánica, que sirve de base para retener nutrientes así como dotar a este suelo microorganismos que proporcionan a la planta estos nutrientes y mejoran la calidad del mismo.
Nostoc Biotech ofrece un completo manejo del Modelo Integral Microbiano (MIM) para conseguir la máxima rentabilidad y sostenibilidad de los cultivos agrícolas.
Los biofertilizantes de Nostoc son productos microbiológicos certificados en agricultura ecológica que suministran a la planta los nutrientes esenciales de forma totalmente asimilable y en el momento justo que los necesita: nitrógeno, fósforo, potasio, agua, hierro y demás micronutrientes.
Se aplican a través del riego y tienen la capacidad natural de asociarse con las raíces (simbiosis), además de colonizar la rizosfera y el rizoplano, mejorando de este modo el suelo y la productividad de los cultivos.
Estos microorganismos son habitantes naturales de todo suelo sano y su presencia se ha visto disminuida por el abuso de químicos; se adhieren a la raíz de la planta y facilitan la absorción de macro y micronutrientes, produciendo sustancias que estimulan el crecimiento vegetal y activando el sistema inmune de las plantas.
“Nuestros biofertilizantes aportan exclusivamente aquellos nutrientes que la planta necesita y justo en el momento que se demandan, no más de los que precisa”, comenta el CEO de la compañía española, Enrique Cat.
Al proporcionar una nutrición más efectiva, estos microorganismos aumentan de forma exponencial el crecimiento de los cultivos, y son capaces de producir fitohormonas y otras sustancias que intervienen en el desarrollo vegetal y las defensas.
Con la biofertilización microbiológica Nostoc pretende que las plantas estén más protegidas ante patógenos oportunistas que se encuentran en los suelos, ya que activan el sistema inmune de la planta (RSI) colonizando nichos biológicos que pudieran ocupar microorganismos no deseables.
Catálogo de nutrición microbiológica
MIC Energy. Simbiosis directa con la raíz
En torno al 85% de los fertilizantes que se aplican en los cultivos, se pierden en el suelo o en el agua (esto último genera un gran problema de contaminación, como las mareas de algas azules), quedando tan solo un 15% que es absorbido por las plantas, según comenta el director técnico de Nostoc, Francisco Martín.
Mediante el uso de micorrizas, las plantas son capaces de absorber hasta un 90% de los fosfatos. La superficie de absorción radicular aumenta hasta en un 200%, ayudando a la planta a explorar zonas donde de otra manera sería imposible su llegada (mayor absorción de nutrientes y reducción del estrés hídrico).
MIC Energy contiene hongos micorricicos, que se asocian con la raíz de las plantas. En esta simbiosis, el hongo entrega nutrientes inorgánicos a la raíz y recibe a cambio azúcares y vitaminas.
El director técnico de Nostoc enumera las siguientes ventajas: “Disminuye un 60% el número de plantones que no sobrevive al transplante, acelera el crecimiento de los plantones, mejora la captación de fósforo, retiene agua y ayuda al cultivo a superar las sequías y refuerza la salud de la raíz, previniendo el ataque de patógenos”.
Humus líquido. Acción multinivel (rizosfera, rizoplano, simbiosis directa)
El humus líquido es un concentrado líquido y puro de los microorganismos presentes de forma natural en el humus de lombriz. Compuesto por una media de más de 265 taxones de microorganismos benéficos en comunidades naturales y estables.
Numerosos trabajos científicos demuestran el enorme potencial contra plagas y enfermedades que tienen estos microorganismos, así como su alta interacción con la raíz de la planta, a la que nutren y protegen. Puede ser aplicado vía foliar y a suelo.
Se crea un ecosistema protector tanto en la parte aérea como en el suelo, en definitiva un enriquecimiento del medio de cultivo a través del altísimo aporte microbiológico durante todo el ciclo.
Martín subraya también el “aumento de la captación de nutrientes por la planta: mayor porte y vigor. Hay una mejora en la cantidad y calidad del fruto y además se protege del ataque de patógenos”.
BIO-NPK. Bacterias de vida libre (rizosfera y rizoplano)
Es un formulado bacteriológico a base de PGPRs (bacterias promotoras del crecimiento). Estas bacterias cuidadosamente seleccionadas tienen un importantísimo papel en la asimilación de nutrientes, de una forma totalmente asimilable y poniendo a disposición de la planta cada nutriente en el momento óptimo en que es demandado.
Está compuesto por bacterias fijadoras de nitrógeno y solubilizadoras de fósforo y potasio, que hacen que el abonado sea efectivo hasta en un 90%. Además, juegan un papel vital en la producción de hormonas como auxinas, giberelinas y ácido abscísico, relacionadas íntimamente con la estimulación del crecimiento, la elongación celular y la producción de defensas entre otros.
“Bio NPK consigue un potente efecto desbloqueante de los nutrientes del suelo y ayuda a la natural descomposición de la materia orgánica del suelo, aumentando el rendimiento”, comenta Francisco Martín, mientras enumera el resto de propiedades: “Alta fuente de nitrógeno; el nitrógeno atmosférico es fijado en el suelo y es puesto a disposición de las plantas. Son sideróforas; secretan agentes quelantes del hierro por lo que reducen deficiencias generadas con este nutriente, a la vez que evitan que otros microorganismos patógenos se alimenten de él. Fija entre 30 y 100 kg de nitrógeno por hectárea, añade entre 10 y 15 Kg de fósforo por Ha totalmente asimilable. Son bacterias que solubilizan hasta un 30% del potasio necesario para el cultivo que se encuentra en formas insolubles”.
Greenfol
Greenfol es un fertilizante foliar que surge después de años de investigación en el campo de la nanotecnología.
Posee fundamentalmente Calcio, además de otros nutrientes, en diminutas partículas de menos de 20 micras de diámetro, que son capaces de penetrar por los estomas de las hojas, alimentando directamente a la planta de una forma casi instantánea.
Greenfol se obtiene a través de una tecnología patentada llamada Activación Tribo-mecánica exclusiva de Nostoc con la que se mejora la capacidad fotosintética de la planta.
Se estimula el cuajado y maduración del fruto y su posterior conservación; aumenta el grosor de las paredes celulares, haciendo la hoja más resistente al ataque de plagas; previene la aparición de peseta; y aumenta la productividad general del cultivo, hasta un 30%.
Ensayos con la UAL y CASI
Nostoc Biotech ha implementado diferentes ensayos para evaluar los efectos de sus microorganismos en cosecha y sanidad de suelo, entre ellos el ensayo realizado junto a la Universidad de Almería y la cooperativa CASI.
El objetivo era cuantificar el potencial biofertilizante de las bacterias fijadoras de nitrógeno y solubilizadoras de fósforo y potasio, en suelos de cultivo de tomate.
Como punto de partida se tomaron muestras del suelo justo antes del trasplante. Tanto físicas y químicas, como microbiológicas. Una vez trasplantados los cultivos, se procedió a la inoculación de las comunidades bacteriológicas en las zonas de muestreo.
Resultados
Los resultados en producción, rendimiento y eficiencia en la extracción de macronutrientes han sido muy significativos.
En el tratamiento donde se redujo la fertilización convencional por fertirriego en un 20% y se aplicaron los inoculantes bacterianos no solo han obtenido mayores productividades por metro cuadrado (33%), sino frutos de mayores calibres, lo que ha permitido obtener rendimientos económicos de hasta un 52% superiores al tratamiento donde no se aplicaron los productos biofertilizantes; pero si se mantuvo la fertilización con fertilizantes inorgánicos sin reducción.
El mismo tratamiento con aplicación de biofertilizantes y reducción de fertilizantes inorgánicos demostró tener una eficiencia de un 16% (N), 33.7% (P) y 22.8% (K) superior al tratamiento control en la extracción de estos macronutrientes.
“La conclusión es que los productos biofertilizantes están demostrando un gran poder biotecnológico para poder pasar de una agricultura intensiva altamente demandante de recursos a una agricultura sostenible”, concluye el CEO Enrique Cat.
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Ana Rubio