Bajo el título ‘Bioestimulación de organismos del suelo y reducción de estrés abiótico’ Cristofer Salmerón Gutiérrez presentará el próximo miércoles en la Escuela Familiar Agraria de Aguadulce los resultados de su investigación fin de grado con la que concluye sus estudios de técnico superior en EFA Campomar.
Pero tenemos la suerte de poder adelantar por aquí las conclusiones de este trabajo, de gran utilidad para los agricultores. Esta semana hemos visitado en Tierras de Almería la explotación familiar en la que se han desarrollado los ensayos durante toda la campaña, acompañados también por el tutor de este alumno, Javier Castillo, profesor en Campomar.
Cristofer es hijo de agricultores, así que tiene muy claro que lo que más le interesa al productor es la rentabilidad, conocer si una mejora agronómica puede elevar su cuenta de resultados o lo contrario. Así que me llama la atención de este estudio la claridad con la que afronta Cristofer el cálculo de gastos e ingresos para conocer los resultados económicos finales, como se observa en las gráficas adjuntas.
Según estos ensayos – realizados en un invernadero trasplantado de pimiento italiano tradicional el pasado 1 de noviembre y que mantendrá en producción durante lo que resta de mes de junio – el uso de microorganismos de suelo (micorrizas, bacillus y bacterias) es el que mejores rendimientos económicos aporta al agricultor, frente al ensayo con aminoácidos con algas y frente al testigo, que es el tratamiento habitual que realiza el agricultor de esta finca.
“Como se observa en la investigación, el tratamiento 1 ha sido el más rentable en beneficio neto con 3,37 €/m2; pero es el que menor poscosecha ha tenido. También ha sido el que más piezas ha obtenido por metro cuadrado”, describe Cristofer en su trabajo, refiriéndose con el tratamiento 1 al basado en proteger la raíz a base de bacterias de la rizosfera y micorrizas.
“El testigo ha sido el siguiente con más rentabilidad, con menor número de piezas; pero de mayor peso y de mayor longitud, también los entrenudos eran más largos. Beneficio neto 2,88€/m2”, continúa este alumno de Campomar.
“El tratamiento 2 no ha sido rentable, por debajo en €/m2 al testigo. Obteniendo un mayor número de frutos de segunda, menor peso, más cortos. Su vida poscosecha ha sido muy parecida a la del testigo. Beneficio neto 2,56€/m2”, concluye Cristofer, refiriéndose con el tratamiento 2 al de formación de aminoácidos de la planta y aportación de proteínas.
Este ensayo está hecho en el invernadero de las imágenes, en tres sectores de 1.000 metros cada uno, en el que se ha hecho seguimiento de plantas situadas en todas las zonas representativas del sector, desde las bandas hasta mitad de líneo. Este estudiante, que finaliza con este proyecto su formación en Campomar, ha realizado tratamientos periódicos en los tres sectores, cada quince días durante tres meses.
Se ha medido longitud y peso de frutos de primera y segunda, el grosor del pedúnculo (factor que influye en la consistencia y vida útil poscosecha), los entrenudos e incluso parámetros de humedad y temperatura.
El uso de los referidos microorganismos de suelo mejoran la estructura del suelo con una absorción de nutrientes más favorable que da como resultado frutos de más calidad, menos abortos florales, entrenudos más cortos y más kilos.
Cristofer comenta lo siguiente sobre los hongos micorrícicos que tan buenos resultados han arrojado en su estudio: “Las micorrizas son las asociaciones simbióticas entre los hongos y las raíces de las plantas vasculares. El papel de las micorrizas es de vital importancia a lo largo de su periodo de crecimiento. Gracias a las micorrizas, el desarrollo simbiótico de la planta sucede de una manera satisfactoria y ambos salen beneficiados. Por un lado, las raíces segregan azúcares, aminoácidos, ácidos grasos y otras sustancias orgánicas que benefician a los hongos y, por otro lado, los hongos convierten los minerales del suelo y materias en descomposición en formas asimilables por las raíces de la planta (mejora la asimilación de fósforo y nitrógeno, incrementa la resistencia frente a patógenos, mejora de la estructura de suelo y efectos hormonales sobre las raíces)”.
Ana Rubio
En el artículo dice que «ha realizado tratamientos periódicos en los tres sectores, cada quince días durante tres meses» esta periodicidad se ha realizado también en el tratamiento T1 de bacterias y micorrizas? Este tipo de tratamientos se realiza en transplante o incluso antes por que las micorrizas y las bacterias necesitan un tiempo de implantación en el suelo, no tiene sentido aplicar cada 15 días, lo que encarecería el tratamiento obteniéndose los mismos resultados…..