Almería es un ‘totum revolotum’, hay quien está en el inicio de la campaña de melón y sandía, pero también quien trabaja otros cultivos de primavera como tomate o pepino, incluso quien ya está con los plásticos puestos en el suelo, solarizando, y pensando en la próxima campaña de pimiento temprano. Este último ejemplo lo observamos en estas imágenes adjuntas, que corresponden a este lunes en un invernadero de Guardias Viejas (El Ejido, Almería) donde la pasada semana ya empezaron a solarizar.
Este post aborda una cuestión de plena actualidad, como la reducción sistemática de los químicos convencionales para desinfectar las fincas agrícolas, una vez finalizan sus ciclos productivos. En este invernadero de Los Baños sus propietarios, Felipe y Juan Gabriel, han optado por segundo año consecutivo por implementar una alternativa distinta a los usos de la química, bien conocida por todos.
“Con la solarización sola nos quedamos cortos y los químicos es cuestión de tiempo que desaparezcan, así que hemos probado este nuevo protocolo de Biosur”, comenta Juan Gabriel Olivencia, dirigiéndose a los técnicos de Biosur que nos acompañan, como Sara Zapata, coordinadora de Poniente; José Luis González, director de desarrollo; y Antonio Roses, técnico de campo.
Este protocolo de Biosur tiene tres anclas, las dos primeras durante el período de solarización del invernadero. La primera es un surfactante de suelo con la capacidad de aumentar el movimiento horizontal del agua (versus movimiento vertical) evitando la pérdida de agua por lixiviación; la segunda, un precursor de dióxido de cloro que se utiliza para limpiar el agua de la desinfección; y la tercera y última, una vez se quitan los plásticos, es la repoblación con trichodermas que enriquecen el suelo agrícola, una vez ha sido desinfectado de patógenos.
A nivel comercial estas tres patas son H2Gro, el surfactante que se emplea a una dosis de 5 litros/hectárea; Agrokim (precursor de dióxido de cloro), pastillas efervescentes de 20 gramos que al entrar en contacto con el agua producen la reacción química que da lugar al dióxido de cloro con el que se eliminan hongos, virus y bacterias; y Conín, un cóctel de trichodermas que ocupará ese nuevo suelo y que servirá como barrera a los hongos patógenos del siguiente cultivo (pinchar aquí para leer más sobre Conín).
Ventajas de este nuevo protocolo
Juan Gabriel y Felipe comentan con José Luis, Sara y Antonio algunas de las ventajas de este nuevo protocolo que no requiere ninguno de los plazos de seguridad que pueda demandar un método químico.
Tampoco se necesita ni análisis de suelo ni una empresa especializada para su tratamiento, ya que éste es sencillo y lo puede realizar el propio agricultor. Además se puede implementar todos los años, sin que sea necesario alternar con otros productos ni dejar un año en blanco.
“El agua es básica en la desinfección, es su vehículo, así que la estrategia está diseñada para tratar ese agua, Agrokim va dirigido a desinfectarla eliminando todos sus microorganismos patógenos”, describe José Luis González, director de desarrollo de Biosur.
La formulación de Agrokim es sólida, a diferencia de otras líquidas presentes en el mercado, “porque en sólido se consigue una concentración más eficiente, evitando posibles evaporaciones del formato líquido”.
Una metodología de trabajo que viene con el aval del certificado ecológico de Agrokim, el sello del CAAE.
Ana Rubio