La vida es un sufrimiento continuo. El dolor en el corazón, por desgracia, tiene muchas manifestaciones. Este fin de semana la punzada proviene de un bien de la naturaleza donde se guardan recuerdos, vivencias y escapadas y que ahora el fuego ha consumido. Se puede sentir dolor y una profunda tristeza también por la naturaleza. Castala, su parque periurbano y un pedazo de nuestra querida Sierra de Gádor desgarra nuestro quejido más profundo en las últimas horas.
Estas fotos que comparto con vosotros son de comienzos de este otoño. Una ruta de senderismo en torno a Castala y su serranía, verde y llena de vitalidad. Un lugar para descansar de otras fatigas y donde cargarse las pilas de la energía buena, de la que proviene de la natura. Pero tendría que hablar en pasado, dolor en los dedos al teclear y pensar que buena parte de lo que tengo en el recuerdo de los buenos momentos apenas es ahora ceniza y vestigios de troncos quemados.
No soy ni ambientólogo ni forestal, solo un periodista enamorado de la naturaleza y de su lenguaje, amo esa naturaleza que vive bajo nuestro plástico, como amo también esa naturaleza que habita nuestra sierra. Es la misma música con diferentes sintonías y ahora una parte de sus sonidos se han llenado de silencio en mi cabeza.
¿Podrá volver a sonar esa música? ¿Es posible retornar con más fuerza aún a la montaña y poblarla de nuevo con arbolado ? ¿Se puede reforestar? Y en caso de que así fuera, ¿se puede reforestar con celeridad sin que se eternice en el baúl de las ideas (que no promesas) incumplidas?
Todo va muy rápido en nuestra forma de comunicarnos hoy día. Desde este viernes tarde, este sábado y domingo el incendio ha copado la atención de medios y de las redes sociales, pero siguiendo el dicho popular de ‘barco lleno, barco vacío’, a partir de este lunes volverán otros temas a ocupar y rivalizar por el interés informativo. Y entonces la sierra de Gádor y las consecuencias de su incendio quedarán en el olvido de lo urgente y solo para ella en su soledad quedará el vacío que ha dejado el fuego.
Sea como fuere, este post tiene como único propósito despertar alguna conciencia en quien tuviera capacidad de dar un primer paso hacia adelante. Determinación. Los lamentos son compartidos, pero ahora es el momento de la acción. Hay que volver a dar vida a nuestra Sierra de Gádor.
¿Cuándo empezamos la reforestación?