Este tomate pera para el mercado nacional de BASF cuenta, además, con una gran versatilidad, ofreciendo buenos resultados en trasplantes desde agosto hasta abril en diferentes zonas de producción del sur de España.
Tras un primer año de introducción, el tomate pera de gran calibre Azovian F1 de Nunhems®, marca del negocio de semillas hortícolas de BASF, ha logrado abrirse un hueco más que importante entre los principales productores y comercializadores, gracias a su perfecto equilibrio entre sabor y gran tamaño (en torno a 140 gramos, de media). “Está gustando mucho a los clientes y, es más, quien lo prueba repite”, afirma Iván Sierra, Sales Specialist de tomate de BASF.
Desde el campo a los hogares, Azovian F1 es un tomate pera para el mercado nacional que cumple con las expectativas de todos los eslabones de la cadena de valor. De este modo, para el agricultor, es una variedad productiva y que, gracias a su menor necesidad de mano de obra, le permite ahorrar costes, aumentando así sus rendimientos. “Tiene un alto porcentaje de calibre M-G, de modo que sus tiempos de manipulado son más reducidos”, explica Sierra. Asimismo, sus resistencias al virus de la cuchara, spotted y nematodos aportan tranquilidad al productor.
Para el comercializador o importador, Azovian F1 es un tomate uniforme, que mantiene su calibre y forma durante todo el ciclo, aportando además una buena conservación, clave para llegar a los mercados.
Por último, y para el consumidor final, este pera de gran calibre cuenta con la calidad necesaria para satisfacer todas sus demandas: “Azovian F1 es un tomate con un buen color rojo, firme y, sobre todo, con sabor”, detalla Sierra.
Todas estas características han impulsado el crecimiento de Azovian F1 en la provincia de Almería, pero no sólo ahí. “Estamos obteniendo muy buenos resultados en la costa de Granada y Málaga”, comenta el Sales Specialist de tomate de BASF, quien añade que esta campaña están iniciando su introducción también en la Región de Murcia.
Azovian F1 cuenta con una amplísima ventana de trasplantes, desde agosto a abril, además de estar adaptado tanto a ciclos cortos como largos de cultivo. “Cuaja bien con calor y tiene un buen comportamiento con bajas temperaturas”, explica Sierra, que pone en valor la versatilidad de un tomate pera que ha llegado para quedarse.