Biosur donará un millar de árboles para reforestar la Sierra de Gádor

Emotivo acto el vivido en el día de ayer en las instalaciones de Biosur, en el bulevar de Vícar. Escolares de 10 y 11 años del colegio Federico García Lorca de esta localidad almeriense hacían las veces de maestros en una magistral presentación bajo el epígrafe ‘Propuesta de recuperación de los acuíferos del Poniente Almeriense’. Biosur dentro de su responsabilidad social corporativa (RSC) ha querido impulsar este proyecto donando un millar de árboles para las actividades de reforestación que una vez al año realizan los alumnos de este centro público de enseñanza.

Será a mitad de este próximo mes de enero cuando estos niños y niñas del García Lorca de Vícar planten acebuches, algaborros y pinos carrascos donados por Biosur en la serranía que preside el mar de plástico almeriense. Otras empresas colaboradoras son Lupión y Rodríguez, que dona celtonita (mineral de origen volcánico) para que los árboles agarren; y la cooperativa Vicasol, que colabora en la logística de los menores.

Presentación CEIP Federico García Lorca

¿Por qué  se están salinizando nuestros acuíferos subterráneos?

Anualmente llegan a los acuíferos subterráneos del campo de Dalías 64 hectómetros cúbicos; sin embargo en la comarca del Poniente almeriense hay un déficit anual de agua de -86 hectómetros cúbicos. Esto ocurre tras extraer más agua de los acuíferos de la que entra. Acuíferos del Poniente que no se están secando, sino que se están salinizando al romperse el equilibrio entre el agua que entraba y la que salía hacia el Mediterráneo. Hoy día se está consumiendo más agua del acuífero de la que penetra a través de la Sierra de Gádor, lo que provoca la intrusión del mar hacia el interior de los acuíferos de la comarca.

Reforestar la sierra para recuperar los acuíferos

La propuesta del colegio Federico García Lorca para la recuperación de los acuíferos que subyacen bajo los invernaderos de la comarca pasa por la reforestación de la Sierra de Gádor.

Razones:

Las hojas de los árboles frenan la velocidad de la caída del agua, mientras que sus raíces contribuyen a que el suelo absorba más agua, haciendo que el flujo de agua discurra más lentamente durante unas hipotéticas lluvias torrenciales.

Además la reforestación reduce el riesgo de riadas. Estamos situados en una zona geográfica que se encuentra bajo la influencia del fenómeno atmosférico denominado ‘gota fría’, por lo que tenemos un alto riesgo de sufrir fuertes lluvias que pueden afectar a la población y a las fincas agrícolas.

Otra razón es que se puede ayudar al control biológico en el exterior de los invernaderos. Las áreas arbóreas dan cobijo a murciélagos y pájaros, siendo éstos depredadores de insectos plaga; así como búhos y zorros que son cazadores de ratas y ratones.

Y sobre todo porque gracias a la reforestación se contribuye a recargar nuestros acuíferos subterráneos. Pero, ¿cómo?

Los vientos de poniente procedentes del Atlántico que vienen cargados de humedad pierden parte de la misma al pasar por tierra firme, por lo que cuando ese viento seco pasa por la Sierra de Gádor tiene muchas dificultades para generar lluvias.

Pero si en esas montañas hay un bosque, éste hace que aumente la humedad ambiental, que al sumarse con la humedad que traen los vientos del Atlántico, permite que crezcan las probabilidades de que llueva más en el otoño y durante el invierno. Y en segundo lugar porque el agua de la lluvia se canaliza directamente a los acuíferos a través de las raíces de los árboles, que contribuyen a su recarga.

Radiografía actual de la Sierra de Gádor

Sin embargo, hoy día apenas el 15% de la Sierra de Gádor tiene arbolado. Por contra su reforestación contribuiría a recargar un tercio de los acuíferos. El biólogo Alberto Urea, involucrado desde el inicio en este proyecto medioambiental, calcula que dicha reforestación se traduciría en un aporte extra de 21 hectómetros cúbicos para la recarga de los mencionados acuíferos.

Para poner en valor el anterior dato, comparémoslo con la capacidad de la desaladora de Balerma, con una capacidad de 30 hectómetros y que en la actualidad está aportando alrededor de 15 hectómetros.

“Esos 21 hectómetros al año equivaldrían a construir una gran desaladora en las cumbres de la Sierra de Gádor”, expresaba uno de los alumnos durante la exposición en la que participaban también los profesores Agustín Ramírez y Toñi López, que han transmitido en los últimos cursos esta inquietud por el territorio a los escolares del CEIP Federico García Lorca de Vícar.

https://joseantonioarcos.es/2019/03/15/colegio-garcia-lorca-reforestacion-sierra-de-gador/