El control biológico es el gran estandarte del modelo Almería, perfectamente consolidado en los invernaderos, y penetrando en la actualidad con fuerza en los semilleros sobre todo con la reciente irrupción del nuevo ácaro desarrollado por Biosur, el Macrocheles robustulus, bajo la marca TRIP-SOIL (trip de suelo). Este nuevo ‘bicho’ es el gran protagonista en la feria InfoAgro del expositor de esta casa comercial, situado en la primera planta del Palacio de Congresos y Exposiciones de Aguadulce (Biosur, planta 1, stand 200).
“Es una realidad que el problema de presión de plagas que existe en el campo se vive de forma más intensa en los semilleros, donde hasta ahora, el control biológico apenas se estaba realizando y con escaso éxito”, describe el responsable técnico de Biosur, José Luis González, “en Biosur, conscientes de este problema, nos pusimos a trabajar e investigar sobre el tema, creando unos protocolos de sueltas de auxiliares que nos han llevado a desarrollar un sistema de control biológico con gran éxito de resultados”.
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La principal plaga y más difícil de erradicar dentro de un semillero es el trips, la eficacia de los productos químicos es bastante limitada, así como su uso debido a la normativa de restricción que exigen las normas de calidad (Ecológico, Producción Integrada, etc.).
A todo esto se une que el trips, debido a su ciclo biológico, pasa una parte importante de su vida en el suelo del semillero y en los sustratos de turba, donde encuentra un medio ideal para vivir, además refugio y protección frente a los tratamientos y de donde era prácticamente imposible erradicarlo.
Biosur ya empezó a implantar el control biológico en el suelo de los invernaderos, gracias a la suelta de Trip-Soil, con excelentes resultados y esa misma metodología, aplicada al semillero, combinada con sueltas de otros insectos así como tratamientos con esporas de hongos entomopatógenos como Verticilium Lecanii (producto comercial INSIDER), es lo que nos ha llevado al éxito del sistema.
“Con todo ello conseguimos plantas sanas y que cumplen los más altos estándares de calidad y las normativas más exigentes y restrictivas de producción”, describe José Luis González.
Ya es el 60% de la superficie de semilleros de la provincia de Almería los que están haciendo control biológico en sus instalaciones con los protocolos desarrollados por Biosur y en un futuro será casi del 100%, pronostican desde la empresa afincada en Vícar.
“El control biológico se extenderá en los semilleros en la misma proporción en la que se realiza en los invernaderos del campo almeriense”, añade el responsable técnico de Biosur, “el control biológico se abre camino y triunfa en la agricultura”.
José Antonio Arcos