Si el pasado año y el anterior el 4 de mayo se daba el pistoletazo de salida a la campaña de melón amarillo en una empresa especialista en este cultivo como la ejidense MAGAR, en esta ocasión se adelantaba la temporada al pasado 25 de abril, fecha en la que empezaban los primeros cortes en agricultores de esta comercializadora que prevé prolongar su campaña de amarillo hasta la primera semana de junio.
Así que este pasado jueves día 2 mayo nos acercábamos hasta el almacén de confección de MAGAR en Las Norias de Daza para conocer el devenir de un tipo de melón, que sin ser mayoritario, sí se ha convertido en las últimas campañas en la tipología que mejor cotiza en Almería. En el caso de MAGAR se espera rondar esta primavera de 2019 los dos millones de kilos.
La introducción de variedades más tempranas, que permiten empezar antes sin escasez de calibre, justifican este adelanto de la campaña. Variedades con más azúcar que contribuyen a abrir el mercado. De cara al productor son también variedades más kileras en temprano.
En el tema de los precios, de sobra es sabido lo cambiante del mercado, en cualquier caso el cómputo global sumadas las distintas categorías en este inicio de primavera sitúan la media en torno a los 80 céntimos. Hay que subrayar que los calibres medios son los que mejor cotizan y los de calibre superior lo hacen con liquidaciones inferiores. El ideal, ese calibre medio que está en la horquilla más alta, está en piezas de entre 1 y 1,8 kilos.
Mercados
El amarillo es un melón netamente de carácter exportador con un 95% de su volumen destinado a los mercados foráneos. Ese 5% restante se sitúa en los archipiélagos, Baleares y Canarias, empujados por los flujos turísticos.
En esa cuota exportadora, en el caso de MAGAR, el 50% se envía a Reino Unido. Es un mercado que pide calibres medios (melones de 1 a 1,8 kg) y altas calidades para atender a los supermercados. También el mercado británico tiene un destacado segmento de empresas procesadoras, que compra melones de más tamaño, superiores a 1,8 kilos.
Los países nórdicos son también clientes del amarillo. Países que consumen igualmente calibres medianos y otros más pequeños, por debajo del kilo.
A continuación Alemania, que no es hasta mediados de mayo cuando impulsa con fuerza su demanda de consumo con calibres medios. Por su parte, Francia está en calibres superiores, al igual que los países bálticos.
El amarillo ya rueda por nuestro campo. Suerte a todos.
Ana Rubio