El verano en Portugal es sinónimo de pera Rocha. Esta temporada viene con retraso por inclemencias meteorológicas que bajarán también la producción, realidad que ya hemos testado en todos los cultivos de la Península Ibérica a los que hemos prestado atención este verano. Pues bien, coincidiendo con los días previos al inicio de la recolección de la pera Rocha visitamos varias fincas de productores locales en Cadaval, al norte del distrito de Lisboa. Jornada en la que además nos adentramos en la OPFH Central Frutas do Painho, que nos ha abierto sus puertas para descubrirnos el sector de la pera de la que tan orgullosos se sienten nuestros vecinos portugueses.
Hasta Frutas do Painho nos conduce Bruno Fernandes, técnico comercial de Asfertglobal, y nos recibe uno de los técnicos de esta comercializadora, Julio Domingos, quien nos da algunas cifras sobre su empresa, creada en 1998, en la que operan 25 agricultores portugueses con una superficie estimada de 250 hectáreas.
En Portugal existe una heterogeneidad de perfiles entre los productores de pera Rocha. Los hay pequeños, 2-3 hectáreas; de tamaño medio, 15-20 hectáreas; y más grandes, en torno a las 50 hectáreas.
En Frutas do Painho nos muestran todo el proceso desde que llega la fruta, pasa por los tratamientos poscosecha, a continuación viene la calibradora (hasta 6 calibres y una capacidad de 9 toneladas por hora), y después la zona de envasado, si hay pedidos, o a la cámara frigorífica.
La producción de esta OPFH se sitúa en torno a los 11 millones de kilos, el 95% pera Rocha y el restante 5% manzana gala. El momento de nuestra visita es simultáneo a la finalización de las obras de ampliación con la que se aumentará el número de naves frigoríficas y la capacidad de las mismas, alcanzando una capacidad de almacenaje de 14 millones de kilos.
Mercados de consumo
La pera Rocha portuguesa raramente llega a España. Por ejemplo, la de Frutas Painho se destina en un 50% a nacional, principalmente cadenas de supermercados lusas, y el resto a exportación, siendo Brasil con un 25% de las ventas el principal mercado exterior. Le sigue Inglaterra y Alemania, y más atrás Francia, Polonia, Rusia, Dubai, Marruecos o Irlanda.
Tanto Julio como Bruno nos describen esta pera como una fruta de gran conservación poscosecha, con un bocado crujiente y granulado. El período de máxima demanda de consumo está en los meses de octubre y noviembre, en una ventana más amplia que va desde agosto hasta marzo. En cámaras frigoríficas puede mantenerse en perfectas condiciones entre 6 y 10 meses.
Productores locales de pera y manzana
La segunda parte de la jornada, tras el almuerzo, la dedicamos a visitar varias explotaciones de la zona, tanto de pera Rocha como de manzana gala.
En una de ellas Luis Perera nos muestra sus perales con más años junto a otros plantados hace solo tres ejercicios y que este mes de agosto están dando sus primeros frutos comerciales. Luis – en el vídeo publicado ayer nos lo relataba – desmenuza los problemas del sector en parámetros muy similares a los que hemos encontrado en otras áreas de producción hortofrutícola que hemos radiografiado a lo largo de nuestros viajes por las distintas regiones de la Península Ibérica: bajos precios, escasez de mano de obra, problemas de plagas y enfermedades y una meteorología cada vez más extrema que pone en jaque las cosechas.
En esta región agrícola conviven producciones de pera de secano, las más antiguas, con un marco de plantación de 650 árboles por hectárea; con otras explotaciones más modernas, con fertirriego y una intensidad de 2.500 árboles/hectárea. Éstas con una productividad más elevada, en torno a las 35-40 toneladas por hectárea frente a las primeras de apenas 20-25 toneladas.
Manzana gala
Conocemos también producciones de manzana que conviven en el paisaje y geografía con las de pera. Ambas frutas de pepita son los pilares de la agricultura de esta parte de Portugal.
Con Joao José recorremos una hectárea de manzana gala. Este productor portugués nos explica, que al igual que la pera, uno de los problemas que más preocupan de cara a la recolección son los posibles quemados de frutos, un notable obstáculo para su venta.
Son tres semanas de recolección de manzana, este año retrasada al igual que la pera, de modo que su ciclo este verano va desde mitad de agosto hasta la segunda semana de septiembre. Tres pasadas le suelen dar a esta fruta. La mayor demanda del mercado está en el color. Las quieren rojas. Cuanto más, mejor precio.
Continuamos mañana. Seguiremos conduciendo hacia el oeste hasta topar con el Atlántico. El viaje no acaba. Os lo contamos en el siguiente post.
Pera Rocha