Agronóma por la Universidad Politécnica de Valencia y toda una vida profesional dedicada a Pelemix, empresa especialista en coco y en sustratos a la carta. Virginia Olivares Malabia sustituía hace pocas semanas en el cargo a David Mayol que ha pasado a liderar un proyecto de otra multinacional de un sector distinto del mundo agro. Su sucesora, Virginia Olivares, tiene ante sí grandes retos ya que desde la fábrica de Alhama de Murcia se sirven sustratos a demanda de los mercados de todo el mundo.
Con Virginia tomaba café hace unos días para conocer un poco más de su historia y del proyecto futuro que arranca a partir de ahora. Persona de trato amable, con una sonrisa que acompaña a sus gestos y de agradable sencillez. Me contaba sus inicios en Pelemix, desde que la firma israelí arrancó en España hace 14 años Virginia Olivares ha participado en el proyecto. Está desde el minuto 1.
La nueva directora general de Pelemix en nuestro país entró en la empresa como técnico-comercial para España y Portugal, puesto que ocupó durante un lustro y que le permitió viajar por todo el territorio nacional y conocer a pie de campo las necesidades de cada área geográfica. De hecho, me matizaba que esta experiencia de cercanía y proximidad con el productor quiere seguir intensificándola y profundizarla en los años venideros.
Más tarde pasó a ser directora comercial durante casi otro lustro para a continuación ostentar el cargo de subdirectora, posición que ocupaba hasta ahora. Este viaje profesional por la estructura de Pelemix desde su base le permite tener una visión de conjunto y en detalle de los distintos departamentos y de las sinergias de los mismos entre sí: técnico y comercial, administración, producción y marketing.
Llegamos al lado más humano de la entrevista porque me explica que el espíritu israelí de la empresa matriz, en el sentido de cuidar el ámbito familiar y conciliar la vida profesional, se traslada a la compañía en su conjunto. “En Pelemix somos como una gran familia, y este aspecto se cuida”, señala.
Inversión en maquinaria
Le pregunto, como no puede ser de otro modo, por los planes a corto-medio plazo de Pelemix. En breve se acometerá una importante inversión en maquinaria para aumentar la eficiencia productiva, ya que aunque la fábrica actual – situada en Alhama de Murcia – es reciente en el tiempo el volumen de pedidos no cesa de aumentar.
Son sustratos a la carta. Es la especialidad de Pelemix. Pero no son solo a la carta para los grandes clientes, sino para todos aquellos que quieren alguna especificidad concreta, independientemente de su tamaño. Es lo que más me sorprende, se atiende a todos por igual.
En la fábrica de mezclas de Pelemix hay tanto para hidropónico como para sistema mixto. La fibra de coco se realiza con distintas mezclas, generalmente turba, en porcentajes de coco que pueden ir del 60% al 100%.
El coco en el epicentro
Olivares me explica que el coco está en el ADN de Pelemix. En esta casi década y media de trabajo su manejo ha evolucionado mucho. “La clave está en su relación con el agua”, comenta, “el fertirriego, su frecuencia y las soluciones nutritivas que se derivan y que hay que adaptar”.
El coco se traslada a todos sus productos, pero además a los proyectos de I+D en los que la compañía está inmersa. Grosso modo me enumera algunos de estos proyectos, como el Genemics (más info en el artículo ya publicado ‘Los sustratos agrícolas dentro del proyecto Genemics’) en el que se configura un sustrato ideal para una variedad de tomate con resistencias a nemátodos y en el que se implementan micorrizas.
Hay otros proyectos de investigación en sustratos aplicados a las berries o a los frutales. Por ejemplo, en este último Pelemix traslada su experiencia en la hidroponía al amplio sector de la fruta dulce, desde pepita pasando por hueso hasta tropicales. Se consigue así precocidad, calidad de fruta y más producción.
El símil con el hospital es ilustrativo. La hidroponía es control de nutrición y riego. Agua y alimentación. La salud mejora cuando se dominan estos parámetros.
José Antonio Arcos