
Hace unos días asistíamos en Carchuna al Congreso Agricultura con Propósito, evento centrado en el tomate. El que fuera durante años gerente de la cooperativa La Palma, y hoy día consultor, David del Pino, de forma muy clara explicaba cómo ven los supermercados a sus proveedores de tomate. En el caso de Marruecos es sencillo, su elemento competitivo viene por el precio, por el bajo precio.
Pero la distribución europea, cuando elige a Holanda o España, ¿por qué lo hace? Holanda es un híbrido de precio, calidad y servicio. ¿Y España? ¿Qué valora el retail europeo del exportador español?
El servicio, sí, ese bien intangible que crea confianza y seguridad. El servicio de las empresas españolas de responder siempre, en tiempo y forma a lo que piden los supermercados de Europa. Los exportadores españoles no fallan, garantizan un suministro constante sin excusas. Y si se le suma la calidad del producto, ya tenemos los dos valores diferenciales que nos hacen competitivos.