El frío llega tarde. Los daños por Parvispinus ya están. Fincas arrancadas y muchas diezmadas. Los agricultores del pimiento temprano que se han visto obligados a arrancar, el año que viene irán a ciclos más tardíos y quizá den una segunda oportunidad al pimiento. Otros ya han tirado la toalla en este cultivo.
Pero la preocupación crece cuando observamos daños por Parvispinus en cucurbitáceas, en pepino y calabacín ya se ha visto, aunque de forma aislada. Frutos de calabacín con rugosidades. Pero en sandía también se han documentado quemaduras en los frutos. Y en berenjena daños en planta.
Así que nos enfrentamos a un problema mayor que quizá requiera autorizaciones excepcionales de productos, respetuosos con la fauna auxiliar, y que ya no están en el mercado. La buena noticia es que acaba de consensuarse a través del Ifapa un protocolo de lucha integrada para el agricultor, pero también para el semillero.
En cuanto al debate sobre la parada biológica el próximo verano, sigue sobre la mesa. Se busca consenso y un marco legal.






