Imagen del encuentro que han mantenido el alcalde de El Ejido, Francisco Góngora, y el concejal de Agricultura, Manuel Gómez Galera, con miembros de la organización agraria COAG para darles a conocer la nueva ordenanza municipal en la que está trabajando el Consistorio para regular las características que deben de tener los sistemas de recogida de pluviales de las explotaciones agrarias de la localidad para reducir, de esta manera, los problemas que se sufren en el entorno rural cada vez que llueve con intensidad y que provocan problemas de anegaciones en zonas urbanas.
Este encuentro forma parte de la ronda de contactos que está manteniendo el Consistorio con el sector para presentar a todos los agentes implicados el borrador del que será, sin duda, un documento que vendrá a configurar una normativa local referente a la recogida de pluviales y la necesidad que existe de que se adapten los invernaderos a la misma. De esta manera, la intencionalidad municipal es continuar manteniendo este tipo de reuniones a fin de abordar, analizar e impulsar una futura ordenanza, que sea viable, que se adapte a las necesidades reales del campo y en la que se establezcan los requisitos que deben de cumplir las fincas e infraestructuras agrícolas en cuanto a sistemas de recogida de agua de lluvia para afrontar las escorrentías en caso de fuertes lluvias.
Como se recordará, lo que se persigue desde el Consistorio con esta acción es que las fincas dispongan de los sistemas necesarios y suficientes para recoger los primeros 35 litros por metro cuadrado que se produzcan en una precipitación fuerte, ya sea mediante sistemas de embalse para aprovechamiento o mediante sistemas de filtrado al subsuelo para recargar los acuíferos. En ambos casos deberá disponer de sistemas para decantar tanto el blanco España que se utiliza para blanqueo como la suciedad que pudiera arrastrar el agua de lluvia. A través de estos sistemas se evitará situaciones que en la actualidad se están produciendo para lluvias de intensidad media, establecida en 35 l/m2, como es la inundación de fincas con importantes daños en cosechas, muros, arrastres de arena entre otros, así como los daños ocasionados en carreteras, caminos, cauces y canales de riego.