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Control de Parvispinus. El mayor reto agronómico al que se enfrenta en la actualidad el sector hortícola
Paco y yo compartimos raíces. Ejidenses, hijos del terruño y del mar de plástico, compañeros en el instituto y muy preocupados de ver en la presente campaña los destrozos que ha provocado el Parvispinus. Duele. La agricultura la vivimos por dentro y la sufrimos. Esta semana hemos querido abordar esta problemática exponiendo un par de casos de éxito en la batalla frente a esta plaga.
Primer testimonio
Paco Cara es el gerente de Entonova, una empresa que tiene biofábrica en el Polígono de La Redonda de El Ejido. Nos sentamos un rato para analizar los datos, antes de salir a campo, en las instalaciones de la compañía, que han sido ampliadas con la adquisición de diferentes naves vecinas (cuestión que abordaremos en otro momento).
Llamamos por teléfono a Cristian Díaz, ingeniero técnico agrícola e hijo de agricultores, para que me relate la experiencia de la finca familiar, que llevan su padre y su hermano. El año pasado se vieron obligados a arrancar más de media docena de hectáreas de pimientos afectadas por Thrips parvispinus. Este año en cambio han variado la estrategia y no han tenido que arrancar nada.
“Ya lo dice mi hermano. Como trates, arrancas”, describe Cristian, “así que este año la estrategia no ha sido química, sino biológica, basada en los bichos y en el uso de placas”.

Esta campaña esta familia ejidense, los Díaz, han soltado bichos, a las cuatro semanas, swirskii y orius con alimentación extra, además de prestar atención a la ventilación del invernadero. Los focos que han aparecido han sido tratados con auxiliares, entre ellos Montdorensis. También han empleado Macrocheles en el cómputo de la campaña.
“Tenemos un par de vecinos, que por desgracia han arrancado. Nosotros no. El cambio de mentalidad y estrategia han sido determinantes”, añade.

Segundo testimonio en control de Parvispinus
Colgamos el teléfono y nos vamos a una finca próxima para ver con nuestros ojos una explotación en la que la estrategia se ha llamado control biológico. El invernadero lo lleva José Carlos Cara, hermano de Paco. Lo pateamos de arriba abajo y sorprende el buen estado del cultivo y la sanidad. Además están recolectando, así que en las cajas podemos ver los frutos, todos comerciales.
José Carlos nos muestra un as en la manga. Entre líneos un gran banker-plant que sirve como refugio, lugar de reproducción y alimentación de todos los enemigos naturales que tienen a raya las plagas en esta finca. “Aquí se libra la guerra”, comenta de forma gráfica, “un gran ecosistema. Las flores son fundamentales para alimentar a los bichos. Aquí hay tagetes, zinnia, lobularia, cebada y otras especies”.
Además de este gran banker, José Carlos Cara también tiene distribuidas plantas reservorio a pie de la mayoría de las calles del invernadero. Caminar por él es sentirte dentro de un ecosistema vivo en continuo movimiento. La naturaleza actuando.

Estrategia propuesta por Entonova
Vistos los resultados, es momento de exponer más en detalle la estrategia que propone Entonova, un manual que ha funcionado en los invernaderos en los que se ha llevado a cabo.
El primer punto sería la elección del pimiento. Variedades abiertas y con hojas con pelos para favorecer la instalación de la fauna auxiliar, sobre todo de los ácaros, como swirskii o montdorensis, entre otros.
“Antes de hacer las sueltas es importante no tratar con productos residuales para los bichos. Hay jabones, aceites naturales o productos respetuosos que son compatibles con la fauna auxiliar”, describe Paco Cara, que nombra entre esos productos compatibles a Botanigard, al que dedicábamos un reciente artículo por su efectividad en la lucha integrada frente a trips (pinchar aquí para leer más).
A continuación Paco habla de “monitoreo exhaustivo para detectar los primeros focos y tratarlos con bichos”. José Carlos lo define como “anticipación”. En esos posibles focos de inicio de cultivo se recomienda tratar con orius en ninfa con swirskii durante tres semanas, un tratamiento por semana.

Sueltas de auxiliares
Las sueltas de auxiliares no hay que retrasarlas, indicándose a las 4-5 semanas del trasplante. He aquí un posible problema detectado esta campaña por Entonova, el retraso de muchas sueltas.
“Este año se ha soltado muy tarde confiando antes en la química. Cuando sueltas tarde, la dosis debe ser diferente. Por ejemplo, un swirskii tarda más en colonizar una planta grande que una pequeña. Luego cuanto más nos acercamos al 15 de septiembre los días son más cortos y las instalaciones son más lentas”, describe con detalle Paco Cara, “hay que soltar cuando la planta puede aportar la humedad relativa que es necesaria para la instalación de los bichos, no más tarde”.
En dichas sueltas Entonova recomienda orius con alimentación (Biofood), más swirskii y crisopas en pupa. Y a partir de ahí prestarle especial atención a los auxiliares, quitando el blanqueo paulatinamente y ventilando bien.

En esta estrategia de lucha integrada también se recomienda la suelta de californicus, en las mismas fechas o una semana más tarde, pensando en la prevención frente a araña roja con el objetivo de evitar la proliferación de focos de araña. La acción del californicus evitará que se hagan tratamientos fuertes que podrían dañar los tricomas (pelos) de la planta, quemándolos y dificultando la instalación de los enemigos naturales.
Los posibles focos de Parvispinus que puedan surgir en octubre deben seguir siendo objeto de atención. En este caso, ya en otoño se recomienda que el tratamiento a estos focos sea con montdorensis más orius en ninfa.
“Por otro lado también hemos diseñado un protocolo específico para el semillero, ya que es otro actor en el sector muy importante para que la estrategia sea efectiva”, añade el gerente de Entonova.

Errores que no hay que cometer
Paco Cara nos hace una valoración final de errores que se han cometido en la presente campaña con la idea de no repetirlos el próximo año. Entre esas piedras en el camino que hay que evitar está la de los productos residuales que presentan incompatibilidades con la fauna beneficiosa.
“Este año además se han empleado productos a dosis más altas. Esto ha hecho que no se degraden bien, afectando a los auxiliares. Así que nos hemos encontrado un cóctel químico en fincas que han hecho muy difícil la instalación de los bichos”, precisa Cara.
Pero para que una estrategia funcione también es importante que sea compartida por una mayoría. El problema de explotaciones vecinas que emplean química y que arrancan cultivos puede provocar derivas indeseables que perjudiquen los invernaderos colindantes que han apostado por el control biológico.
Cuestión más compleja y que requiere del consenso de muchos.






