No escribimos de política. Tampoco hacemos periodismo cultural ni de escapadas fin de semana. No atendemos ni a las subidas ni bajadas de la Bolsa ni a las actividades financieras o de la banca. Nuestro periodismo no va de turismo ni de energéticas ni de industriales. Va del sector primario.
Escribimos sobre el terruño, sobre los hombres y mujeres de la España rural desde hace décadas. Si juntamos los años que los periodistas de esta fotografía llevamos escribiendo solo de agricultura superamos los 150 años, siglo y medio de defensa del sector, de la comprensión del mismo y de sus desafíos pasados, actuales y futuros.
Esta semana Semillas Fitó ha organizado un viaje con prensa especializada a Segovia para conocer los avances de su colaboración con La Cocina de Ideas, un laboratorio tecnológico de Huercasa, en pimiento lamuyo y en maíz en grano. Y cuando he mirado los apuntes para elaborar la crónica he visto algunas de las fotos del grupo de WhatsApp creado por los periodistas que hemos asistido, y no he podido evitar darle un pequeño giro al planteamiento haciendo un poco de recordatorio sobre la labor y las miles de horas que hemos invertido de nuestras vidas para testimonio del campo y de su valor en la sociedad.

Sí, sí, para defenderlo entre todos. Prensa especializada con dilatada experiencia de años escribiendo, locutando y también visibilizando en redes y en el audiovisual la vida real de la agricultura española. Entre todos los presentes en Segovia sumamos más de 150 años de periodismo comprometido con la agricultura.
En nuestro gremio no entramos y salimos. Nos quedamos. La agricultura es un modo de vida, el más noble según Aristóteles, y los periodistas que entran en él, una vez que forman parte del mismo, ya nunca más quieren dedicarse a otro periodismo.
Lo dice todo, es el nivel de entrega personal que hay detrás y sentirnos tan involucrados que hacemos propios los problemas y planteamientos de los agricultores, hasta el punto de situarlos como columna vertebral de nuestro trabajo diario.
Incluso en nuestras conversaciones cotidianas, los periodistas del agro sacamos a relucir los problemas de precios y de intermediarios, de plagas y enfermedades o de competencia de otros países. Igual que los debates que puedan tener también en sus conversaciones personales los propios agricultores. Nuestro corazón, el de la prensa especializada, es agrícola y contribuimos al sector comunicando sobre todas sus aristas. A diario y desde hace décadas. Porque somos periodistas al servicio de un sector que nos duele.
En fin, en la siguiente crónica abordaremos lo que hemos aprendido con Fitó esta semana en Segovia.