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Detrás de este nuevo equipo de sensórica inteligente hay tres patas. La del fabricante de origen nacional que aporta el software, la de la instalación y posventa que lleva a cabo Himarcan desde su sede de El Ejido (Almería) y la del asesoramiento del que se encarga la empresa Fico. Tres compañías en una alianza para ofrecer a los agricultores un servicio completo a la hora de enfrentar el reto del agua.
Beneficios de la sensorización
En la explotación agrícola de Víctor López, en Berja (Almería) conocemos este nuevo Agrisense Himarcan recién instalado. “Hay que estar siempre a la última, pero hoy día con el aumento de los costes de producción aún más”, explica el agricultor, “los costes se han disparado y hay que ahorrar, un forma es hacerlo con el agua y el abonado”.
Dando cifras al argumento de su cliente, Alberto Lázaro Navarro, gerente de Himarcan, aporta los siguientes datos: “El ahorro de agua y abono está entre el 20-30%, a su vez el ahorro de fitosanitarios entre 5-10% porque la planta está más balanceada, y a su vez un aumento en torno al 5% de la producción”.
Agrisense Himarcan
Agrisense Himarcan es la marca que presenta este novedoso sistema de sensorización inteligente que inicia ahora su año de lanzamiento. A grandes rasgos está conformado por los siguientes instrumentales: un logger o cerebro, con placa solar, cinco pilas recargables y hasta seis puertos para poder instalar ese mismo número de sondas. Hay variabilidad en las mismas, pero las más importantes serían las siguientes.
Sonda Atmos 14, sonda de temperatura ambiente, humedad relativa y DPV. El déficit de presión de vapor (DPV) refleja la capacidad estomática de la planta según un rango. De este modo el agricultor puede saber cuándo la planta está parada, con los estomas cerrados, y cuando los tiene abiertos.
El piranómetro con plato nivelador para regar según la radiación. Mide energía y un mayor espectro de longitud de onda. Sirve para conocer datos de energía (radiación) dentro del invernadero, la relación entre radiación y riego, especialmente útil en los meses de calor.
Otro sensor es el contador con emisor de pulsos que mide los litros que se están echando en el líneo, el volumen de agua a través de goteros autocompensantes.
Para suelo y sustratos Teros 12, la sonda de conductividad, temperatura y humedad. En suelo a 15 cm. También existe la sonda de CO2; o la sonda de conductividad y temperatura del agua de riego. “Ésta última es fundamental para aquellos agricultores que no tengan sistemas de fertirrigación automática, por ejemplo abonadoras. Si el agua está muy caliente, puede dañar las raíces”, expresa Alberto Lázaro, “también podemos conocer las variaciones de conductividad entre el cabezal y el ramal”.
Y por supuesto los tensiómetros que miden la tensión que requieren las raíces para absorber el agua. A 30 centímetros.
En esta finca de Berja observamos los goteros autocompensantes, el contador, las marcas de Teros 12 y Atmos 14 (a la altura de las cabezas de los pimientos), el piranómetro (por encima del emparrillado) y el tensiómetro.
Cuándo y cuánto regar
“El ahorro es importante, pero también con estos equipos aprendemos cuándo es el momento del riego, el idóneo. Cuándo y cuánto en volumen”, describe Víctor López, agricultor almeriense que lleva vinculado a Himarcan muchos años.
“Con la sensorización el agricultor tiene todos los datos a tiempo real. Puede editarlos, exportarlos… en el móvil, en el ordenador, en la Tablet…”, subraya Alberto Lázaro.
El uso de dichos datos facilita la toma de decisiones del agricultor a la hora de regar y fertilizar. El software de Agrisense Himarcan viene además con un sistema de alarmas para avisar de posibles salidas fuera de rango.
Hardware y software, pero también asesoramiento. Un servicio posventa con el que Agrisense Himarcan quiere marcar la diferencia.