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Cerramos con esta crónica el capítulo informativo de la cuarta y última edición del simposio de Agricultura Ecológica y Biodinámica celebrado estos días atrás en El Ejido. El próximo año será la quinta edición, esperamos que mantenga el listón alcanzado hasta ahora. Un nivel muy alto en todas las ponencias y mesas redondas. El segundo día estuvo centrado principalmente en la biodinámica, y si hablamos de ella hay que referirse a los preparados biodinámicos.
Preparados para aplicar al cultivo y/o al compost
José Ojeda, asesor técnico en agricultura biodinámica en el Grupo Agroponiente, centró su discurso en dichos preparados, tanto los que se aplican directamente al cultivo, como son el 500, 501 y María Thun, como aquellos que se emplean para dotar al compost de más vida, como son el 502, 503, 504, 505, 506 y 507.
Al compost y a su riqueza y diversidad microbiológica para dar vida a los suelos agrícolas se dedicó especial atención. Cada uno de los preparados biodinámicos que se mezclan en el compost tienen una esencia diferenciada. Así, el 502 es a base de milenrama, el 503 con manzanilla, 504 con ortiga, 505 con corteza de roble, 506 con diente de león y 507 con valeriana.
En el contexto agrícola, Ojeda abogó por un futuro en el que el manejo del suelo sea el principal eje; se apueste por una mayor biodiversidad; menos monocultivo y más setos verdes en el territorio para favorecer el control biológico por conservación.
Mejorar la fertilidad de los suelos
La charla de José Ojeda estuvo precedida por la de José Ignacio Marín, investigador del Ifapa, enfocada en el control de patógenos y vida del suelo, entendiendo a éste como un ente vivo.
José Ignacio Marín mostró ensayos realizados en la agricultura de invernadero de Granada, en los que se analizaron hasta cuarenta tipos de suelos diferentes para evaluar la fertilidad de los mismos, donde son determinantes elementos como la materia orgánica, la diversidad o la cantidad de hongos y bacterias. Microorganismos nativos que están en el suelo y cuyo desarrollo hay que favorecer, según el investigador del Ifapa.
Más materia orgánica que conduce a una microbiología más rica, con más calidad y diversidad, que redundará en la fertilidad del suelo y en la disminución de patógenos. Marín se refirió a la llamada supresividad de los suelos, aquellos con menor incidencia de patógenos, y ello se favorece con técnicas como la rotación de cultivos o la biosolarización (materia orgánica más solarización) que mejora la aparición de hongos beneficiosos.
Demanda en Europa
Las sesiones técnicas se cerraron con una mesa redonda en torno a la distribución, que según en qué países de la Unión Europea aún no conocen suficientemente las diferencias entre producción ecológica y biodinámica, pese a la mayor dificultad y sobrecoste que supone la segunda.
Hoy día es el consumidor de Suiza y zonas limítrofes el que mejor sabe distinguir entre alimento procedente de agricultura ecológica y el que proviene de agricultura biodinámica, estando dispuesto a pagar un mayor precio por el segundo. Pese a que no hay datos oficiales se calcula que entre el 10-15% del ecológico es consumo biodinámico.