Este viernes Coexphal celebraba en el Palacio de Congresos de Aguadulce su 44ª Asamblea en la que se aprobaba secundar la jornada de movilizaciones convocada esta semana por las organizaciones agrarias. Comercializadoras de Coexphal (cooperativas, SAT, SA y sociedades limitadas) acordaban cerrar la entrada de género durante el viernes 8 de octubre.
El gerente de Coexphal atendía a los medios explicando que el motivo por el que la organización empresarial secunda la protesta del día 8 de octubre se debe a que “nada ha cambiado” desde la movilización del 19 de noviembre de 2019 en Almería, una tabla reivindicativa firmada entonces por asociaciones agrarias y empresariales y que sigue sin ser atendida.
Luis Miguel Fernández enumeró algunos de estos “problemas estructurales, que no coyunturales”, como pueden ser la entrada de producto de terceros países, especialmente Marruecos, y la falta de control sobre dichas importaciones. Recordó que hay más de una veintena de expedientes abiertos por no respetar la trazabilidad en el etiquetado, y que aún siguen sin resolverse.
Redundando en la competencia en desigualdad de condiciones con terceros países, Fernández se refirió a cuestiones de seguridad alimentaria: “¿Cuántas alertas han surgido en Almería en los últimos años? Cero. En cambio de terceros países son semanales”.
Otros problemas enumerados por el gerente de Coexphal fueron el agua, el reciclaje de residuos o el aumento de los costes de producción, tanto en el invernadero como en el manipulado. Este último aspecto centró buena parte del debate en la Asamblea de Coexphal.
“Mientras que otros sectores económicos cuando tienen un incremento de costes, por ejemplo el automovilístico, trasladan al precio final ese aumento; sin embargo, en nuestro sector nos resulta muy difícil poder trasladar esa subida de costes de producción al precio de venta”, apuntaba Luis Miguel Fernández, “es una cuestión que tenemos que debatir con la distribución, tienen que entenderlo y nosotros hacérselo ver”.
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