La campaña de melón en Almería llega a su fin. Las informaciones sobre sus bajos precios han sido protagonistas durante la mayor parte de la primavera, salvo momentos muy concretos según tipologías. La explotación de las imágenes fue cortada el pasado jueves, y la víspera pudimos visitar a los agricultores que estaban más tranquilos de lo habitual en estos casos porque tenían el precio cerrado desde hace tiempo.
¿Es posible otro modelo de comercialización que garantice un mínimo al agricultor (cubriendo costes de producción más un beneficio neto) para que no esté tan expuesto al vaivén de unos precios con dientes de sierra?
A esta familia del Poniente almeriense le ha comprado los melones un exportador murciano con el que trabajan desde hace varias campañas. El precio pactado previamente este año es en realidad una horquilla que va desde los 40 a los 60 céntimos por kilo, en cualquier caso por encima de la media que hemos visto las últimas semanas en Almería.
Observaréis en las imágenes que es un piel de sapo diferente, no el estándar, sino un melón mini que busca abrir mercado en los países europeos, dados a los pequeños calibres en la fruta. Debido a que el melón negro o piel de sapo no está aún muy extendido fuera de España, su introducción en los países europeos juega con el tamaño, pequeño para animar a los compradores europeos.
La variedad de esta finca es Ricura, de Rijk Zwaan (RZ). Está sembrada del 25 de marzo, recolectada a finales de la semana pasada y puesta en destino en Alemania.
Son melones que están dentro del concepto Mellissimo de RZ, menor calibre con sabor. Su peso va de los 800 gramos a los 2,5 kg. Una gama pensada para abrir camino en la exportación del melón piel de sapo.