El cherry Karelya consolida su fortaleza en el segmento de cherry redondo para recolección en suelto. En la hemeroteca de Zeraim es habitual encontrar variedades que suponen un punto de inflexión en su tipología, ahí está Melchor en pimiento california rojo o Caniles en tomate pera. Karelya camina en esa misma senda de convertirse en el referente de su segmento tras su consolidación en las últimas campañas.
En este tiempo Karelya se ha extendido por la costa de Granada y por Almería, llegando por un lado hasta la Axarquía de Málaga y por el otro hasta la región de Murcia demostrando así su capacidad de adaptación a diferentes zonas y condiciones de cultivo.
“Seguimos aquí con Karelya terminando campaña y mirando con ilusión hacia la siguiente”, expresa Sergio Medina, técnico comercial de Zeraim, con quien charlábamos estos días atrás, “continuamos afianzando un cherry que satisface al agricultor por sus rendimientos y por el extra en brix que le repercute en un plus en céntimos; y que también satisface a la comercializadora que ofrece al supermercado el sabor que demanda”.
Sabor para superar el commodity
Karelya mantiene de manera estable los 8-8,5ºbrix alcanzando los 10,5º. Lo hace en una combinación perfecta de dulzor y acidez que lo consolidan como garantía de sabor en cherry suelto. Este atributo que seduce al consumidor se ve complementado por el color, un singular rojo granate que se ha erigido en otro rasgo diferenciador.
Zeraim ha logrado con Karelya posicionar a este cherry redondo, que se cosecha en suelto, en un segmento de valor en el supermercado que supera el commodity en el que han caído otras variedades.
Un cherry que no requiere manejo específico
Una característica que ha contribuido a que Karelya se extienda por las diferentes zonas de producción es su fácil manejo, lo que ha facilitado que lo elijan los agricultores.
Karelya es un cherry que se adapta a siembras desde el 20 de agosto hasta marzo. De hecho en marzo lo trasplantan productores que vienen, por ejemplo, de un pepino de otoño/invierno y quieren cosechar en primavera un ciclo corto. Sin embargo, lo habitual es encontrarlo en trasplantes del 25 de agosto hasta mediados de septiembre pensando en un ciclo largo y único de cultivo.
A Karelya le gusta el frío, echa kilos de manera continuada en esos meses estratégicos de febrero y marzo en los que las pizarras suelen arrojar sus mejores cotizaciones.
“Así se entiende que Karelya se haya ido consolidando durante estos últimos años con crecimientos anuales continuados en torno al 10%”, explica Sergio Medina.
“Es un tomate que saca al cherry del commodity y aporta un gran valor a nuestros productores, contribuyendo así por su calidad a la defensa de la agricultura española”, añade.
Karelya en menos de 1 minuto
Vigor ideal para completar un ciclo largo
Excelente floración y cuajado
Adaptación a distintas condiciones de cultivo
Calibre idóneo y sin microcracking
Alto contenido en azúcar y ácidos orgánicos
Buena firmeza y conservación con mucho sabor
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