Este fin de semana concluía la feria agrícola de Don Benito en la que una firma almeriense como Biosur ha tenido un especial protagonismo, ya que la empresa asentada en Vícar ha trasladado hasta los pabellones de Agroexpo 2020 su experiencia acumulada de más de 20 en control biológico y lucha integrada en la provincia de Almería.
Un catálogo completo de insectos auxiliares como Chrysopa Carnea, Adalia Bipunctata, Aphidius Colemani, Aphidius Ervi, Aphelinus Abdominalis, Aphidoletes Aphidimyza, Sirfidos, Phytoseiulus Persimilis, Neoseiulus Californicus, Amblyseius Swriskii, Nesidiocoris Tenuis, Orius Laevigatus, Eretmocerus Eremicus, Diglyphus Isaea, Dacnusa Sibirica, Neoseiulus Cucumeris o el Macrocheles Robustulus (marca comercial Trip-Soil), un ácaro que está siendo una solución muy efectiva para control de trips en invernaderos y semilleros almerienses.
El público profesional que ha pasado por el expositor de Biosur en los pabellones de Feval ha podido conocer una amplia amalgama de ‘bichos’ para control de plagas; pero también se ha interesado por los productos microbiológicos, esa otra lucha biológica que no se lleva a cabo en la parte aérea, sino en el subsuelo. Incluso las colmenas de abejorros han captado la atención y el interés de los presentes.
Conín. Novedad
Dentro del control biológico que tiene lugar en esa parte no visible, bajo el suelo, Biosur ha dado a conocer los ensayos que ha realizado con Conín. Se trata de un potente biofungicida que contiene esporas del hongo beneficioso Trichoderma harzianum cepa T-22, protegiendo las raíces del cultivo de las enfermedades originadas en el suelo, como son Phytopthora spp, Verticillium spp, Rosellinia spp, Armillaria spp o Fusarium.
El método de acción de Conín se basa en los siguientes mecanismos: lucha por el espacio y por los nutrientes, parasitismo de los patógenos, fortalecimiento de la raíz, resistencia inducida y antibiosis.
Con el uso de Conín el cultivo está más protegido, es más eficiente en la captación de nutrientes, más resistente ante situaciones de estrés hídrico y climatológico y frente a patógenos.
Mónica Martos, técnica de campo de Biosur, describía los ensayos de eficacia y la implementación de protocolos para el empleo de Conín en fruta de hueso. “Son Trichodermas que actúan con efecto biofungicida para control de patógenos de suelo”, explicaba.
Colaboración con Frutícola Castillo
Ese conocimiento y experiencia acumulada de Biosur en control biológico se plasmará a partir de ahora en los frutales extremeños de hueso. Una primera experiencia que se desarrollará en las producciones de Frutícola Castillo. Se trata de un salto cualitativo muy importante, ya que el empleo de organismos vivos para controlar plagas es una práctica cultural que no se emplea en los frutales de Badajoz.
Frutícola Castillo cultiva 400 hectáreas, entre ciruelo, albaricoque, melocotón, nectarina y paraguayo. Un volumen cercano a los 12 millones de kilos. Una empresa pionera en diferentes facetas. De hecho ha impulsado la creación del primer grupo de productores de nueces de Extremadura, ejemplo de la inquietud de esta empresa familiar por innovar y por la búsqueda de valor añadido.