Este jueves pasado, en el marco del evento ‘Días de campo’ con Kimitec Group, visitábamos la Estación Experimental de Cajamar, Las Palmerillas, ubicada en El Ejido desde 1975. Epígrafe aparte merece el invernadero tutelado por Juan José Hueso, investigador de esta estación especialista en fruticultura y enfrascado en numerosos proyectos de búsqueda de cultivos alternativos a los actuales. Uno de ellos, y quizá el más adaptado a los invernaderos de Almería, es la papaya.
Hueso mostró a los distintos grupos reunidos en esta actividad de campo, compartida entre Las Palmerillas y Kimitec, un ensayo con diferentes marcos de plantación de papaya en el que se evalúa la entrada de luz. Una de las premisas es que con un marco menos denso se pueden obtener papayas más dulces, hay más facilidad de penetración de luz; aunque haya que sacrificar una pequeña parte de la producción. Menos kilos, pero con más sabor. Y es que la papaya es muy sensible a la escasez lumínica.
La Estación Experimental de Las Palmerillas trabaja con la papaya desde 2012. El invernadero de las imágenes está específicamente adaptado a su cultivo (altura, estructura, etc) incluyendo nebulización para mejorar los índices de humedad en verano; pero en realidad el agricultor que quiera entrar en este cultivo puede hacerlo con su invernadero de hortícolas, sin necesidad de hacer una gran inversión.
En este ensayo conviven dos variedades, como Intenzza de Semillas del Caribe y Caballero de CapGen Seeds. En Almería las fechas recomendadas de siembra son finales de marzo, principios de abril, en un cultivo pensado para dos años. Si el trasplante se hace en la fecha recomendada la primera barriga de la papaya almeriense es para finales de noviembre con producción hasta el verano. Y la segunda barriga para fines de agosto hasta julio del año siguiente. Un largo ciclo de cultivo de entre 24 y 27 meses.
Juanjo Hueso aportó algunos datos de interés. Como los costes de producción, en torno a los 0,50 euros kilo o los rendimientos: 18/20 kg por metro cuadrado. Si se incorpora calefacción, son superiores.
En la papaya son las hermafroditas las que dan los frutos comerciales. En Almería con marcadores moleculares se ha conseguido hacer el sexado en laboratorio.
En cuanto a cuestiones de sanidad vegetal, “controlando bien las condiciones de temperatura y humedad, gestionando bien el clima, se controla la presión de plagas y enfermedades”, describía Hueso. Son la araña roja y el oído los enemigos a combatir.
Una importante noticia que nos dio el investigador de Las Palmerillas es que el próximo año, en otoño de 2020, Almería acogerá el VI Congreso Internacional de Papaya. Será un evento que contribuirá a afianzar las posibilidades reales de convertir a esta fruta en un producto consolidado de nuestra pizarra hortofrutícola.
Antes de marcharnos, Hueso nos amplió el punto de mira al mostrarnos otro invernadero en el que se ensayan multitud de frutas tropicales y subtropicales con diferente éxito. Unas más susceptibles que otras de ser acogidas con éxito bajo los invernaderos almerienses. Un tema apasionante a la par que necesario para el futuro del ‘modelo Almería’.