Adiós Berlín. La visita al Good Bank supone el tercer y último capítulo del serial de estos últimos días sobre nuestra escapada a la capital del mayor mercado de consumo del continente, Alemania. No me atrevería a definir el Good Bank como un restaurante al uso, convencional, tampoco el vocablo bar – muy asociado a la cultura hispana – refleja lo que ocurre en este espacio tan singular, lo más apropiado sería definirlo como un local en el que se sirve comida que se produce in situ. Que allí mismo se cultiva.
Este local situado en las inmediaciones de una zona tan céntrica como Alexander Platz se inauguró casi al mismo tiempo que el Retail Center de Rijk Zwaan en Berlín (para leer más pinchar aquí). Como se puede adivinar en las fotografías de Ana hay vitrinas (granjas verticales) justo detrás de la barra en las que se cultivan pequeños vegetales, muchas veces hojas (distintas Salanovas) y todo tipo de hierbas. Con ellas se condimentan todo tipo de ensaladas que resultan ser un atractivo no solo para veganos y vegetarianos, sino para turistas que buscan en Berlín el último grito en cuanto a tendencias de consumo se refiere.
Este local berlinés hace bandera de frescura, cercanía (sin emisiones de CO2 por transporte) y producto servido sin envases (cero residuos por packaging), producción sin pesticidas y transparencia en la información inmediata que requiere el consumidor.
De hecho el consumidor lo es todo, el epicentro, de ahí que se cultive ante sus ojos y se le ofrezca un plato repleto de “sostenibilidad”.
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Excelente!!