Alrededor de Valencia perdura una rica huerta que vive pendiente del crecimiento de la urbe. Comentan que tras la crisis inmobiliaria se izó una bandera blanca que prometía no comer más tierra de labriego a favor del ladrillo. A día de hoy esa pax romana entre la ciudad y la huerta se observa en la escasez de grúas que se divisan en los anillos que rodean a la capital valenciana. Ana y yo recorríamos durante casi una semana estos páramos y recalábamos, en una de nuestras paradas, en un bello lugar, El Moli Lab, en la localidad de Carpesa.
Allí habíamos quedado con Carlos Iborra, cofundador de una empresa que está llamada a tambalear los cimientos de lo que hoy día es el negocio de la comercialización hortofrutícola. Fruits App se asienta en el El Moli Lab, una antiguo molino rehabilitado para acoger en su seno a emprendedores y empresas innovadoras y creativas. Un escenario con el añadido bucólico de estar rodeado de campos de chufas.
Nos sentamos con Carlos en un bonito patio donde disfrutamos de un café mientras habríamos el portátil para descubrir qué es Fruits App. Primero habría que decir lo que no es, me refiero a un tablón de anuncios, para a continuación definir esta herramienta tecnológica como una plataforma de trading bidireccional, dinámica y global. En ella se ponen en contacto demandas y ofertas y viceversa, en tiempo real y sin fronteras ni límites de ningún tipo.
Esta aplicación, con su propia página web en la que hay distintos niveles – entre ellos el de los suscriptores Premium – permite un contacto y una negociación directa entre un comprador de frutas y hortalizas y un productor que quiere usar esta vía para venderlas y poner él mismo precio a su producto. La plataforma agiliza la logística a través de rutas integradas, más de 200 itinerarios que son posibles porque en la plataforma hay inscritas más de 40 compañías de transporte terrestre. Se puede cerrar la negociación con todo el paquete completo de lo que supone una transacción hortofrutícola.
Fruits App arrancó su funcionamiento a pleno rendimiento este pasado otoño. Hay inscritas más de 3.400 compañías, más de 1.800 productos o referencias y se han contabilizado más de 5.500 negociaciones. Según nos contó Carlos Iborra, “1 de cada 5 negociaciones acaban en transacción, es decir, el 20% de las mismas”.
Como vendedor el usuario puede crear su paquete de productos, y como comprador colocar su demanda, incluido el segmento ecológico. Se hacen ofertas y contraofertas y se cierra también la mejor opción logística. Hay un mapamundi, una interacción constante entre las empresas y gráficas de precios por artículo. Carlos nos explicó con detalle todo el proceso, pero no es menester de este post desmenuzarlo, sino hacer una reflexión sobre el mundo de la comercialización que no es estático y que no está sujeto a los tiempos en los que solo había lápiz y papel. Todo es susceptible de cambiar. Hay alternativas a la venta y compra de frutas y hortalizas con el móvil, herramientas que pueden mejorar los contactos entre quien produce y quiere vender y quien compra y quiere comercializar. Menos eslabones, menos intermediarios y quién sabe, tal vez un precio más equilibrado (…).
No está todo descubierto. En incubadoras de ideas como El Moli Lab se mima a los emprendedores y se afilan con lápices tecnológicos sus mejores ideas.
Más sobre este Marketplace global:
hola mi nombre es lorenzo y tengo sembrado calabaza espaguetti y quiero venderlo me puedes ajudar por favor tel 615913423
Hola Lorenzo, seguro que esta tipología de calabaza tiene muchas peculiaridades interesantes para su venta, pero de un modo tan directo no funciona esta plataforma. Tienes que inscribirte y ya dentro de la plataforma puedes escribir en privado a posibles compradores. Así que inténtalo de ese modo. Seguro que tienes suerte. Saludos