Eosta es una empresa internacional que nació hace 27 años en el sector de la producción y comercialización ecológica y que a día de hoy suma una facturación de 100 millones de euros. Su modelo de negocio ha sido expuesto por Gunther de Vadder, Product manager greenhouse crops, esta semana en la jornada sobre agricultura orgánica organizada por Vitalis en el PITA de Almería. La ponencia de Gunther de Vadder, ‘Where ecology meets economy’.
Eosta produce en invernadero hortalizas ecológicas como tomate, pepino, pimiento y berenjena y lo hace en distintos países, como España, Italia y Holanda. Al aire libre frutas como manzana, pera, uva, piña, frutos rojos, cítricos, aguacate y otros tropicales, incluso patata, boniato, jengibre y cúrcuma.
La pizarra anterior Eosta la exporta a toda Europa y Asia. Según explicó su representante, son los países asiáticos, entre ellos China y sobre todo Singapur los que están experimentando un mayor aumento de la demanda de productos hortofrutícolas ecológicos. Además, en el modelo de Eosta el comprador es heterodoxo, se vende tanto a mayoristas como a supermercados, “a todos”.
El consumidor final puede conocer al productor
Uno de los puntos más destacados de la ponencia de Gunther de Vadder fue el relativo a la interacción entre cliente final y agricultor. Explicó que hoy día el consumidor, gracias a las redes sociales, está bien informado, y quiere muchas veces ser copartícipe o cuando menos conocer acerca del proceso que sigue la cadena agroalimentaria. Por ello, Eosta ha facilitado a través de la tecnología esa conexión entre los dos eslabones extremos de la cadena, facilitando al consumidor datos e información sobre el productor en origen.
Por otro lado, Gunther de Vadder también describió algunos proyectos dentro de la RSC (Responsabilidad Social Corporativa) de Eosta, como un proyecto social en torno al aguacate en Kenia. También mencionó otros proyectos relacionados con la agronomía, como la obtención de humus de lombriz.
Branding natural
Finalmente, el último aspecto de la ponencia versó sobre la sostenibilidad del continente que contiene un producto ecológico, esto es, los envoltorios. En este sentido mostró algunas imágenes de empaquetados naturales, “la fruta sola”, empleando tecnología láser para imprimir los códigos de la etiqueta directamente sobre la corteza de la fruta, siendo innecesario por tanto los embalajes. Lo que denominó natural branding. Esta iniciativa ya le ha servido a Eosta para ser reconocida por su innovación en sostenibilidad.