Crónica de José Manuel Guerra.- Asistí hace unos días a una jornada de actualidad agrícola en Córdoba, lo que siempre es un aliciente para mí, porque me siento muy a gusto en esa ciudad. Es más, el sitio de realización fue el Centro IFAPA La Alameda del Obispo, donde estuve varios años haciendo mi tesis y unos años más haciendo investigación.
En fin que para mí – que había cambiado hace muchos años los campos anchos de cultivo de cereales, maíz, soja, algodón y los olivares por los invernaderos de Almería – fue una enorme sorpresa saber que el medio que están usando para estudiar las repercusiones que el cambio climático puede estar ejerciendo sobre los cultivos es el invernadero. Sistema para aumentar la temperatura ambiente de un cultivo mientras que se permite el crecimiento de las plantas. Este estudio lo están llevando a cabo en el centro IFAPA La Alameda del Obispo, por iniciativa del programa de doctorado de la Universidad de Córdoba y en coordinación con algunos departamentos de dicha Universidad y el IFAPA.
Claro está que hay unas diferencias entre cultivar en invernadero y al aire libre, entre otras – y tiene que ver también con el cambio climático – la radiación solar que incide en los cultivos no es igual con y sin cubierta protectora, dependerá del material del que esté hecha la cubierta.
El cambio climático en cuanto a temperatura del aire supone que está subiendo un par de grados más por lo menos a lo largo de todo el año. También se ha descrito en la jornada que hay un aumento de la concentración del anhídrido carbónico en la atmosfera por lo que eso también influirá en las plantas.
Este aumento de CO2 también se puede simular en el interior de un invernadero, por lo que me resultó chocante que me encontrara visitando precisamente invernaderos en Córdoba.
Por eso el título de esta crónica, ya que en alguna de las ponencias se aludió a esa posibilidad que en una fecha no muy lejana, los olivos se cultiven en Londres, mientras que los países con clima mediterráneo como el nuestro estén desertizados en esa misma época.
Lo que merece destacar es que este cambio climático no afectará a todas las plantas por igual, ya que dependiendo del tipo de metabolismo del carbono que tienen, algunas plantas como por ejemplo el maíz, se verán favorecidas por el aumento de CO2 en la atmósfera, porque poseen un sistema de incorporación de carbono muy eficiente y por tanto les favorecerá. Otras plantas con metabolismo de carbono menos eficaz, como por ejemplo el trigo, no obtendrán ninguna ventaja y en su caso se verá perjudicado por la falta de horas frío que también necesita el trigo para su desarrollo normal.
Ha sido pues muy interesante la visita a las instalaciones de este estudio en los invernaderos de investigación del centro IFAPA, algunas de esas instalaciones se reflejan en las fotografías adjuntas, así como la asistencia a las ponencias de los diferentes investigadores sobre los aspectos de este cambio climático:
Aumento de temperatura del aire, aumento de la concentración de CO2, disminución de la pluviometría, etc.
Lo que no dejaron claro es para qué fecha habrá olivos en Londres, pero la verdad es que nadie del público hizo tal pregunta.